MES DE JUNIO: ¿FIN DE CURSO?

1 junio 2005

La mayoría de los centros educativos de inspiración cristiana continúan con su oferta educativo-evangelizadora con la llegada del mes de junio.

  • Los centros escolares finalizan las clases en el aula pero ofertan otras actividades educativas como actividades de refuerzo, campus deportivos, campamentos de verano o simplemente (sic) dejar abiertas sus instalaciones al barrio y a sus destinatarios con una presencia educadora.
  • En los centros de tiempo libre también ocurre lo mismo: se cambia de ritmo, o sea, se pasa de las actividades de ritmo semanal que duran unas pocas horas al día y se realizan en la ciudad, a actividades intensas (las 24 horas del día durante más de una semana) y la mayoría de las veces en contextos cercanos a la naturaleza.

Por lo tanto, el mes de junio no es el mes del punto y final sino el mes del punto y aparte o del punto y seguido, pues muchos dejamos libros, memorias, actas, informes… en la sala de profesores o de animadores del centro juvenil y, en muy pocas horas o días, nos metemos de lleno en un campamento educativo-evangelizador.

Asumimos que esto es así, pero defendemos la idea de que en el mes de junio tenemos que realizar gestos que nos indiquen que acaba un periodo y comienza otro. No hablamos de cenas fin de curso del tipo de “Hasta el curso que viene” o “Nos vemos en setiembre”, sino de experiencias que nos ayuden a cambiar de ritmo y a darnos cuenta de lo que estamos viviendo, de que vamos caminando juntos, de que no paramos pues nuestra vocación de educadores cristianos es de 24 horas y de 365 días.

Presentamos cuatro pequeños gestos que realizamos en el Centro Xuvenil AMENCER de Orense, asociación que pertenece a la Federación de Centros Xuvenís Don Bosco de Galicia.  Los dos primeros están abiertos a todos; los dos últimos –uno más informal que el otro– se dirigen al equipo animador.

  • Gymkhana de agua: Creemos importante hacer notar que acaba un periodo y comienza otro. Por eso es ya tradición que nuestra penúltima actividad de los grupos y proyectos infantiles (hasta 14 años) acaben con una gymkhana de agua. Ese día todos traemos nuestra mochila o bolsa con toalla, bañador y chanclas. Y nuestros locales y patios se convierten en un circuito donde en grupos de distintas edades tenemos que pasar por un sinfín de pruebas en que en la mayoría de los casos, aún siendo muy hábil, quedas mojado y empapado. Realmente convertir nuestro local, jardín, pórtico o explanada en un lugar donde van corriendo de prueba en prueba más de cien chavales en bañador es reconvertir ese espacio tan visto y usado en un nuevo lugar mágico.
  • Día de playa: El último fin de semana de actividad antes de los campamentos, a finales de mes, todos los que queremos nos acercamos a la playa. (Los que somos de interior solemos apreciar mucho una jornada al lado del mar, y nosotros tenemos la suerte que en menos de una hora estamos allí). Pero también nos podemos acercar a un lago, río o incluso a una buena piscina… Como habéis notado, el agua es el denominador común y que no debe faltar en este mes. Nuestra propuesta es para todos: los del centro infantil, los del centro juvenil, animadores y animadoras e incluso se invita a los padres y madres de los destinatarios. Es una jornada con un horario muy libre: playa, baño, juego… comida y… playa, baño y juego… Lógicamente, el encuentro, el hecho de estar juntos, el respeto a la naturaleza y otros muchos valores también están presentes en esta actividad educativo-evangelizadora.
  • Noche de San Juan: La noche del 23 de junio organizamos una gran hoguera en el campo de fútbol de tierra del colegio. Es la noche de San Juan. A partir de las nueve de la noche, los más intrépidos y libres van organizando la hoguera y preparando la fiesta. Sobre las once de la noche, estamos todos charlando y cenando sardinas y churrasco preparado por los más veteranos de la asociación. Entre salto y salto de la hoguera (tres veces seguidas para combatir los malos espíritus del próximo año, según dice la tradición) compartimos también diálogo, comida y sobre todo vida, estando más unidos, siendo más equipo y convirtiéndonos en  más comunidad. La música de la gaita gallega nos ayuda a descubrir esta noche mágica en muchos aspectos.
  • Asamblea trimestral: Como fin de trimestre, también tenemos la reunión de revisión de lo vivido y de programación de lo que vamos a vivir. Finalizamos la asamblea con una eucaristía de marcado carácter juvenil y, por la noche, nos reunimos con la cena compartida tradicional de animadores y animadoras de antes del verano.

Es para nosotros importante descubrir que el mes de junio nos ayuda a integrar y profundizar las experiencias vividas y nos da fuerza y cohesión para continuar con mucho ánimo un verano cargado de iniciativas educativas-evangelizadoras. ¡Gracias Señor, por el hermano mes de junio!

Xulio C. Iglesias

 

También te puede interesar…