NAVIDAD: ¡DIOS SE HACE UNO DE LOS NUESTROS!

1 diciembre 2008

Y la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros (Jn 1,14a) 

  1. Dios se hace emigrante y pone, a duras penas, su cayuco en tierra firme, entre nosotros, los que venimos de lejos.
  2. Dios se hace vecino y pone su lugar de residencia en el 3º C o en el 5º A o en el 4º B, entre nosotros, los que vivimos en el mismo bloque.
  3. Dios se hace transeúnte y pone su albergue entre nosotros, lo que hacemos cola todos los días en el comedor de Cáritas.
  4. Dios se hace estudiante y pone su pupitre entre nosotros, los que asistimos al mismo instituto.
  5. Dios se hace mujer maltratada y pone su piso de acogida entre nosotras, las que vivimos entre el miedo y el servicio de urgencias.
  6. Dios se hace niño y pone su cuna entre nosotros, lo que aun conservamos la inocencia y la dulzura de los más pequeños.
  7. Dios se hace anciano y pone su nuevo hogar entre nosotros, los que vivimos en la residencia de ancianos o en la casa de los hijos.
  8. Dios se hace independiente y pone su piso entre nosotros, los que nos dejamos la nómina, las vacaciones y el coche de nuestros sueños en la dichosa hipoteca.
  9. Dios se hace obrero y pone su taller entre nosotros, los que todos los días no nos queda más remedio, y gracias, de ponernos el mono del trabajo.
  10. Dios se hace médico y pone su hospital de campaña entre nosotros, lo que vivimos amedrentados por el dolor de la enfermedad.
  11. Dios se hace joven y pone su zona de copas entre nosotros, los que quedamos todos los fines de semana para hacer botellón.
  12. Dios se hace voluntario y pone su segunda casa entre nosotros, los que dedicamos una parte de nuestro tiempo ayudando a los más pobres.
  13. Dios se hace hermano y pone su hogar entre nosotros, los que compartimos mesa, sobremesa y fregadero todos los días del año.
  14. Dios se hace necesitado y pone su piso de protección entre nosotros, los que vivimos en la periferia de la ciudad.
  15. Dios se hace parroquiano y pone su lugar de oración y celebración entre nosotros, los que nos sentimos Iglesia.
  16. Dios se hace deportista y pone su cancha entre nosotros, los que nos juntamos una vez por semana para jugar un partido con los amigos.
  17. Dios se hace de la pandilla y pone su peña entre nosotros, los que nos reunimos para tomar unas cervezas y “echar unas risas.”
  18. Dios se hace “lector empedernido de las ofertas de empleo” y pone su currículo entre nosotros, los que todas las mañanas nos pateamos el polígono industrial.
  19. Dios se hace manifestante y pone su voz entre nosotros, los que todavía pensamos que otro mundo es posible.
  20. Dios se hace maestro y pone su cátedra en la última fila, entre nosotros, los que necesitamos que nos den “un empujón.”

José María Escudero

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