NO HABÍA SITIO PARA QUE ÉL NACIERA

1 diciembre 2004

Si Jesús hubiese nacido “galáctico”, hubiese probado de primera mano y sin el menor síntoma de dolor, las mieles del triunfo, de la fama y del dinero… Ah, y sus hinchas le hubieran seguido fielmente allá donde fuese, aclamándole y demostrándole en todo momento su más acérrimo apoyo.

 

Si Jesús hubiese nacido cantante (vamos a suponer de Operación Triunfo), se hubiese dado cuenta de cómo, en poquito tiempo, se puede pasar del más insignificante anonimato a la más laureada fama, y sin pasar por “tanta cruz”. Además sus fans se pasarían horas y horas tarareando y aprendiéndose al dedillo “sus letras”.

 

Si Jesús hubiese nacido “estrella rosa”, hubiese podido transmitir su mensaje todos los días, a todas las horas y en todas las cadenas, de manera que sus teleadictos se hubieran impregnado de su vida y de su mensaje con gran facilidad

 

Si Jesús hubiese nacido presidente (del Gobierno), hubiese tenido todas las posibilidades del mundo para dar a conocer su programa. Y probablemente hubiese obtenido la mayoría absoluta de sus electores llevando a buen puerto su proyecto.

 

Si Jesús hubiese nacido “gran hermano”, se hubiera ahorrado esas largas caminatas y, en una hermosa casa, con un poco de astucia, sus defensores (aquellos que semana tras semana le habían depositado toda confianza) no harían otra cosa en tres meses que hablar de él, en el trabajo, en casa, en los bares… Vamos, que pasaría a ser uno más de la familia.

 

Si Jesús hubiese nacido…

 

Pero no, Jesús no tenía sitio. Ni tenía buen toque, ni buen oído, ni un atractivo deslumbrante, ni dotes de político y, además, se aburría si pasaba mucho tiempo en casa…

 

Por eso Jesús no encontró sitio y entonces…, entonces acudió a ti. Sí, amigo, Jesús en esta Navidad quiere nacer en ti, quiere ser uno de los tuyos…

 

No me digas qué tampoco tú tienes sitio…

 

José María Escudero

 

Para hacer

  1. Repasar la lista de los tipos de personajes como los que Jesús no nació. ¿Por qué creemos que no nació así en cada caso?

“Quiere nacer en ti”. ¿Qué tendría que hacer cada uno para que fuera eso realidad? ¿Cómo “hacerles sitio” o cómo dejarle lugar”?

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