ORACIÓN PARA CAMBIAR “EL CHIP DEL CORAZÓN”

1 enero 2012

Lectura orante del texto bíblico:

El fariseo y el publicano (Lc 18, 9-14)

 ¡Un nuevo año, Señor!

Comenzamos un nuevo año y lo hacemos orando, lo hacemos amando, pues nada sabe de oración el que no ama y nada sabe de amor el que no ora…

Comenzamos un nuevo año y, como el fariseo y el publicano, subimos al templo de nuestro corazón a orar…

Comenzamos un nuevo año y… amiga, amigo, el Señor está esperando a que le abras tu corazón, levantes tu voz y des rienda suelta a tus miedos, a tus sueños, a tus proyectos, a tus dificultades… ¡Adelante!

 

Un nuevo año, Señor,

y como ves, aquí estoy,

no te he fallado…

Cuántas personas, consideradas
erróneamente hijos tuyos,

se han quedado por el camino,
te han dado la espalda…

Y sin embargo, yo, Señor, yo, yo, yo…
setenta veces yo.

¡Ay, Dios mío! ¡Qué harías sin mí,
qué sería de tu mundo!

Un nuevo año, Señor,
y, por favor, no mires a tu alrededor,
evita pasar un disgusto… ¡Vaya gente!

Céntrate en mí, los demás
no merecen la pena…

Sólo yo, Señor, yo, yo, yo…
setenta veces yo:

mi trabajo, mi familia, mis estudios…
¡mi vida!

 

Un nuevo año, Señor,

nuevos proyectos, nuevas ilusiones,

y también nuevas caídas, nuevos fracasos…

No me dejes, Señor.

Ya sabes de mis meteduras de pata,

sólo Tú, Señor, sólo contigo a mi lado

podré levantarme cuando me caiga,
ponerme en camino cuando me detenga…

 

Un nuevo año, Señor,

miro a derecha e izquierda
y me encuentro con tus hijos,

miro en lo más profundo de mi corazón
y me encuentro con mis hermanos…

Que cada uno de ellos sean un regalo,
una gracia, una bendición,

la oportunidad que Tú me brindas,
en este año que comenzamos,

para ser mejor persona, mejor cristiano,
mejor hijo, mejor hermano.

 

Un nuevo año, Señor…

Llega la hora de la verdad, ahora te toca a ti…

                                       José María Escudero

 

 

También te puede interesar…