Por favor, espera

1 enero 2001

Nuestro tiempo nos ha enseñado a ir siempre deprisa, a quemar rápidamente etapas y acontecimientos. Los jóvenes son impacientes por definición, no saben y no consiguen esperar. Pero últimamente se constata una inversión de tendencia. Se está redescubriendo el sentido de la espera, la belleza de los momentos que preceden a la realización de las cosas.

 

1    En la parada del autobús, del metro:

A     Esperas pacientemente.

B     Esperas unos minutos y, si no llegan, te vas.

C     Te quejas de la ineficacia del transporte público.

 

2    A un encuentro importante, tu amigo se presenta con 30 minutos de retraso:

A     Lo importante es que ha llegado.

B     Le telefoneas varias veces para saber si hay algún problema.

C     Al llegar, le haces notar que hace tiempo lo estás esperando.

 

3    Esperar para alcanzar un objetivo es:

A     Importante.

B     Pesado.

C     Negativo.

 

4    Las filas de espera en las oficinas públicas son:

A     Sucesos a la orden del día, que se suelen producir.

B     Ocasión para charlar con la gente.

C     Una lamentable pérdida de tiempo.

 

5    ¿Qué animal hace de la espera su arma decisiva para la caza?:

A     El león.

B     El cocodrilo.

C     La araña.

 

6    Después de la lluvia:

A     Se ve el arco iris.

B     Quedan muchos charcos en el suelo.

C    ¡Todos están más contentos!

 

7    La espera es igual a:

A     El mar en la calma de la tarde.

B     Un reloj de arena al que se acaba de dar la vuelta.

C     Una flor que está a punto de abrirse.

 

8    ¿Qué sentimiento asocias a la espera?:

A     Temor.

B     Entusiasmo.

C     Aburrimiento.

 

9    El tiempo de espera es:

A     Tiempo de reflexión.

B     Tiempo de acción.

C     Tiempo de opresión.

 

10      Antes de un encuentro/examen importante:

A     Reflexionas sobre lo que deberás decir o hacer.

B     Estás nervioso y eres incapaz de hacer nada.

C     Consigues distraerte y hacer otra cosa.

 

Corrección e Interpretación

 

¡ Mayoría de A: Espera fantástica

            Aunque el mundo corre a tu alrededor, logras valorar los retazos de tiempo que otros consideran inútiles y despreciables. Esperas con gozo los acontecimientos sin adelantar los tiempos, sino que aprovechas ese tiempo precioso reflexionando sobre tu modo de actuar y de afrontar la vida. Esto te hace además capaz de no estar impaciente en las filas de espera, en la parada del autobús, en la consulta del médico. Pero no transformes la espera en un tiempo de resignación y aguante, convirtiéndote en un mártir de un sistema que te resulta cómodo.

 

          ¡ Mayoría de B: Espera fatigosa

No sabes esperar. ¡Eso es evidente! Pero te disgusta porque ves que pierdes grandes ocasiones para prepararte a los acontecimientos. Te dejas dominar por el ansia y el nerviosismo y, al final, te das cuenta de que no has valorado el tiempo que te ha sido proporcionado. Intenta aprender a esperar y a hacer rica esa misma espera. Cuando sientas que te domina la impaciencia, respira profundamente y piensa en lo que quieres realizar.

 

          ¡ Mayoría de C: ¡No hay que perder el tiempo!

Este es tu lema. No conseguir todo y enseguida quiere decir haber perdido, haber desperdiciado una parte de tu vida. Por el contrario, eres tú el que pierde algo: el temor, la alegría, el entusiasmo de vivir los esfuerzos necesarios para alcanzar la meta. Cuando estés convencido de que la espera no sirve para nada, piensa en los nueve meses que una madre espera para dar a luz a su hijo y recuerda qué importante es ese tiempo para el niño.

 

M.T. Brot, Dimensioni Nuove 10(2000), 34

 

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