POR JUSTICIA…..

1 noviembre 1998

Unos dicen: «Porque hay mal, injusticia…, no creo en Dios». Otros decimos: «Porque hay mal, injusticia…, creo en Dios»

La ley del mas justo.

Agustí nació pensando que de mayor sería abogado. Creció en el seno de una familia catalana y muy cristiana. Amante de su tierra, de su cultura, de su lengua.

Él, que sólo quería ser abogado, ha llegado a ser Ministro de justicia del gobierno catalán. Ha estado en este cargo más de diez años.

Valora la vida de familia y está satisfecho de haber podido transmitir -muchas veces contra co­rriente- una serie de valores a sus seis hijos.

  • «Quise ser abogado por un sentimiento de protección al débil, al culpable. Siempre he ido a fa­vor del que pierde. De pequeño siempre me gustó más ser el jefe de los ladrones que el de la policía.

Recuerdo perfectamente el primer caso que defendí. Había defendido por el turno de oficio, que entonces era gratuito, a dos hermanos a los que habían pillado robando. Me lo preparé muy bien, concienzudamente. Y logré una buena sentencia. Entonces vino la madre de los mu­chachos, emocionada, a agradecerme que me hubiera preocupado tanto. Y me dijo: «Lástima que no le podamos pagar; pero yo le aseguro que lo primero que roben mis hijos será para sus honorarios».

  • La muerte es un misterio que sólo la fe puede dominar. Pero frente a la muerte uno puede an­teponer la esperanza, que es otra virtud de la que yo soy especialmente adicto. Esperanza en que el hombre es algo más que materia, algo perdurable. Creo incluso que es justo que sea así. • Yo amo la justicia, otra de mis adicciones. Pues bien, la justicia reclama que haya un más allá. La muerte es el final de la vida, pero también el inicio de alguna cosa que, por justicia, se debe al hombre. Porque el hombre, desde Neanderthal hasta hoy, aspira a la eternidad, a la perpe­tuidad, y es de justicia que se lo merezca».

 

PARA TRABAJAR Y ORAR

  1. Empezar haciendo una lista de nuestras «razones para creer en Dios».
  2. Leer después este testimonio. ¿Qué nos parece la forma de razonar y el testimonio de fe de este cris­tiano?
  3. «No sé si existe Dios, yo sólo sé que lo necesito». Comentar la frase.
  4. Él llega a la necesidad de Dios desde la necesidad de justicia, desde la experiencia de injusticias que claman justicia. Analizar en profundidad cualquier otra experiencia humana para, a partir de ella, ver la necesidad de Dios (riqueza-pobreza, trabajo-paro, compañía-soledad, egoísmo-entrega, alegría-tristeza, fra­ternidad-orfandad, vida-muerte, etc … ).
  5. La fe es fruto de una búsqueda y de un encuentro… Analizar en esta clave la sed de la Samaritana, su necesidad de agua… y el encuentro con Jesús (Jn 4, 1-42).
  6. Si Dios es tan necesario, como el «agua»…, ¿cuáles pueden ser las causas de la increencia?
  7. ¿Qué experiencias humanas nos abren y acercan más a Dios? ¿Cuáles son nuestras razones para creer? S. La fe, como la amistad, es sobre todo regalo-gracia, más que producto de nuestras razones. Damos gracias a Dios por el don de la Fe.

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