Portadores de vida

1 diciembre 2010

Esta imagen de Javier Zambrano pertenece a la serie de dibujos que viene haciendo cada año como felicitación de Navidad.  En esta ocasión  llevaba en el interior la cita de Isaías:

El Señor mismo os dará una señal: Mirad, la joven está encinta y da a luz un hijo, a quien pone el nombre de Emmanuel. Comerá cuajada y miel hasta que sepa rechazar el mal y elegir el bien. (Is 7,14-15)

Podemos hacer presente esta cita desde el principio… o revelarla en algún momento posterior. Lo importante es ayudar a descubrir  que todos somos portadores de vida y que, como María, podemos acoger el don de la vida y hacerla crecer

La imagen

Vemos la imagen.

  • ¿De qué se trata?
  • ¿Qué elementos destacan? ¿Qué nos llama la atención?
  • ¿Qué nos dice? ¿Qué sentimientos nos provoca?

Los elementos

Nos centramos en los elementos que aparecen.

  • Se trata de una mujer… embarazada.
  • Está de rodillas: acepta…
  • Y a la vez está sentada sobre los talones: reposa (actitud permanente)…
  • Está descalza: dispuesta…
  • Tiene las manos (se supone que las dos) levantadas: acoge, ofrece…
  • Mantiene la cabeza levantada: ojos (¿que miran hacia adentro?), labios cerrados (que callan), orejas-oídos (que no se ven: que escuchan desde dentro)…
  • Al lado tiene un plato (con comida) y un tarro (con un instrumento para sacar su contendido)…

¿Qué puede significar todos esos elementos referidos a una mujer? ¿Y referidos a María?

Tres círculos

Porque vemos que se trata de María. Nos centramos en los tres círculos que aparecen claramente, profundizamos en su contenido y los relacionamos…

  1. En las manos: el Espíritu (en forma de paloma)
  • María acoge el mensaje de Dios.
  • Lo acoge de forma activa (con las manos): se pone a actuar.
  • Acoge al Espíritu, pero sabiendo que nunca lo puede apresar: el Espíritu está ahí, en otro nivel…
  1. En la cabeza: corona/aura
  • María acoge el mensaje de Dios sabiendo lo que hace (frente a la frente/cabeza/mente): de forma consciente.
  • Lo acoge en silencio (labios), escuchando desde dentro (oídos), “meditando en su corazón” (ojos)…
  • Lo acoge en cada momento: postura y actitud de acogida permanente.
  1. En el vientre: rostro y mano del Niño
  • Sin tito para el corazón: el Niño es el corazón de María…
  • Presencia de Dios en él (aquí de forma absoluta y, a la vez, como en cualquier vida humana).
  • Jesús, el Emmanuel, es el Dios con nosotros, que se humana hasta el extremo y que a la vez nos llena de Dios.

Cuajada y miel

Ya se habrá leído la cita de Isaías, cuyo contenido, desde el Nuevo Testamento, se aplica a Jesús. Tendremos en cuenta que para la dieta del niño, el profeta no utiliza el acostumbrado estereotipo «leche y miel», signo de bienestar, sino «cuajada y miel». La cuajada, indica un alimento fresco y siempre al alcance (cf Gn 18,6-8; 2 Sm 17,28-29), y por tanto felicidad, pero es también el alimento oportuno en los momentos de peligro. Así pues, la comida del niño revela una situación de inestabilidad o de dualidad: la paz y la tensión andarán a la par.

Acogedores y portadores de vida

  • Aplicamos todo (también los puntos anteriores)esto a nosotros: ¿Cómo acogemos la vida? ¿Cómo somos portadores de vida?
  • Imaginamos que tenemos a Jesús dentro… ¿Cómo lo trataríamos?¿Cómo cambiaría nuestra vida?
  • “En la Navidad, Jesús nace en nuestro corazón”. ¿Cómo lo vivimos?
  • En la comunión, Jesús entra dentro de nosotros. ¿Cómo le acogemos? ¿Cómo lo acogemos en los demás?

Herminio Otero

 

 

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