Principios del poder femenino

1 marzo 1997

  1.  Me encanta ser mujer.
  2.  Yo soy totalmente responsable de mí misma…, y saberlo es el único camino para la verda­dera felicidad, éxito y libertad.
  3.  La vida no es justa…, ¿y qué?
  4.  Tengo valor para dar el primer paso y sé que eso guiará el siguiente.
  5.  Comienzo por aceptar mi realidad. Después, la cambio.
  6.  Puedo comprar mi propia cristalería, adquirir mi vajilla y amueblar mi propio piso… con un hombre o sin él.
  7.  No dependo de la suerte… La creo.
  8. La autocompasión es un excusa muy pobre para no seguir adelante.
  9.  Confiar mi seguridad económica a cualquiera es un riesgo inaceptable.
  10. De acuerdo, limpio los cristales y preparo el café…, hago todo lo necesario para seguir adelante y tener éxito.
  1. Logro el éxito al no aceptar el fracaso.
  2. La fuerza está dentro de mí.
  1. Siempre encuentro un camino para convertir lo negativo en positivo.
  2.  Puedo aceptar compromisos… y con ello ganar.
  3.  Me equivoco… ¿Y qué?
  4.  A pesar de las dificultades de mi vida, nunca llegaré a convertirme en víctima.
  5. Sé que puedo ser al mismo tiempo una vencedora o una vendedora de quejas. Yo soy una vencedora.
  6. Hay momentos en los que tengo miedo. Pero yo no puedo pararme.
  7. Mis expectativas son siempre mayores que mis circunstancias.
  8.  

Georgette Mosbacher

(Traducción: H. Otero-T. Gutiérrez)

PARA HACER

  1.  ¿Qué nos parecen estos principios? ¿Qué se esconde tras cada uno de ellos? ¿Qué los unifica?
  2.  Colocamos los principios a partir de aquellos con los que estamos más de acuerdo y siguiendo con los demás. ¿A qué se debe esa ordenación?
  3.  ¿Estos son principios del poder femenino o claves para actuar cada persona, independientemente del sexo o género de cada uno?
  4.  Revisar los comportamientos y actitudes personales a partir de estos principios. ¿Cómo obra cada uno de hecho? (Las mujeres como mujeres; los hombres, qué piensan de las mujeres…).
  5.  Estos principios los hemos traducido de un separador para libros. Después de rehacerlos, editarlos adecuadamente y difundirlos. Que sirvan para debates y comentarios, de donde saldrá más luz, tole­rancia y comunicación.

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