¿Quieres hablar de Dios?

1 enero 2002

Cada día resulta más fácil comunicarse con los hombres. Pero, ¿y con Dios? Aquí tienes ocho reglas para llamarle y contar con Él, cuando desees.

 

1  Marca el prefijo correcto. No a lo loco.

 

2  Una conversación telefónica con Dios no es un monólogo. No hables sin par al que te habla al otro lado.

 

3  Si la conversación se interrumpe, comprueba si has sido tú el causante corte.

 

4  No adoptes la costumbre de llamar solo en casos de urgencia. Eso no es tr de

 

5  No seas tacaño. No llames solo a las horas de «tarifa reducida»; es decir, cuando toca o en los fines de semana. Una llamada breve en cualquier momento día sería ideal.

 

6  Las llamadas son gratuitas y no pagan impuestos.

 

7  No olvides decirle a Dios que te deje en el contestador todos los mensajes que quiera y cuando quiera.

 

8  Toma nota de las indicaciones que Él te diga para que no las eches en olvido.

 

Observaciones

 

  • Si a pesar del cumplimiento de estas reglas la comunicación se torna difícil, dirígete con toda confianza a las oficinas del Espíritu Santo. Él restablece la comunicación.

 

  • Si tu teléfono no funciona, llévalo al taller de reparación que lleva por nombre «Sacramento de Perdón». Allí todas las reparaciones son gratuitas y tienen una garantía de por vida.

 

Texto de un empleado de «telecom» en Francia

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