Rasgos de la persona

1 enero 1998

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Estructuración

  • La persona madura unifica todas las cosas desde dentro.
  • Posee un equilibrio que coordina ideas, valores, acciones y emociones, y a la vez domina las tensiones internas.
  • Por eso se siente en armonía consigo mis­ma y con el mundo circundante.

Conciencia

  • La persona madura acepta el propio yo: es consciente de sus errores y reconoce sus propias debilidades y fallos. Pero no se queda en eso: intenta siempre superarlos eficazmente.
  • Acepta también sus valores, puntos fuer­tes y posibilidades. Los reconoce e intenta cultivarlos y acrecentarlos conscientemen­te cada día.

Fraternidad

  • La persona madura se interesa por sí mis­ma y también por los demás. Como se quiere y acepta a sí misma, así quiere y acepta también a los demás.
  • Es capaz de comprometerse con los de­más: les ama y participa en sus alegrías y tristezas.

Ética

  • La persona madura es objetiva en la apre­ciación de lo bueno y de lo malo. Por eso

respeta los derechos y deberes propios y ajenos.

  • Por ello se siente internamente libre: sabe limitar sus tendencias y hace lo que «de­be» y no tanto lo que «se puede».

 Realismo

  • La persona madura hace presente el futu­ro por medio de metas, aspiraciones, pro­yectos, ideales… personales.
  • Posee una escala de valores fundamenta­da en la visión realista de la existencia hu­mana.
Fe
  • La persona madura tiene apertura a los valores religiosos en cuanto pretenden dar un sentido global y profundo a la existen­cia humana.
  • Los comprende y los vive con sencillez.
  • O, por lo menos, los respeta en los demás.

 

 

Tolerancia

  • La persona madura tiene clara su identi­dad: lo que es y lo que quiere ser.
  • Es consciente de su forma de pensar, de sentir y de actuar y sabe defenderlo a la vez que es respetuosa con quienes piensan o viven de forma distinta.

HERMINIO OTERO (a partir de Serafín Ruiz)

PARA HACER

  1. Estos rasgos o indicadores de la personalidad madura ni son todos ni son en ese orden. Ponerlos por orden: ¿Cuál es que yo tengo más desarrollado? ¿Cuál es el que mejorfunciona en mi vida? Hablar después sobre ello.
  2. Quizás falte algún indicador de la persona madura. ¿Cuál pondría cada uno?
  3. Los jóvenes tienen que hacerse hasta llegar a una personalidad madura. Revisar las propias actitu­des: ¿En qué grado está cada uno?
  4. Lo importante, además de qué hacer, es cómo hacerlo. Señalar algunas acciones concretas para llevar a cabo cada uno de esos puntos.

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