Saber escuchar y saber hablar

1 abril 1998

[vc_row][vc_column][vc_column_text]Contesta rápida y espontáneamente a las siguientes, cuestiones puntuándote de 1 a 5 confor­me a estas equivalencias: 1 Poco, 2 Algo, 3 Bastante, 4 Mucho y 5 Muchísimo.

 

• ¿Demuestro al otro que me interesa escuchar?
• ¿Escucho para entender más que para rebatir?
   ¿Ayudo a la otra persona a hablar libremente?
• ¿Trato por sistema de ponerme en el lugar del otro?
• ¿Dejo tiempo suficiente para que el otro se exprese libremente?
• ¿Hago preguntas para conocer mejor las razones del otro?
• ¿Reformulo con otras palabras lo que el otro dice?
• ¿Suelo perder el control cuando me contradicen?
• ¿Muestro tono irritado cuando no acepto la postura del otro?
• ¿Cuido los ruidos perturbadores: visitas, teléfono, portazos, etc.?
• ¿Juego nerviosamente con objetos del escritorio mientras escucho?
• ¿Mantengo silencio absoluto hasta que el otro termina lo que tiene que decir?
• ¿Miro atentamente al otro mientras habla?
• ¿Soy consciente de sus mensajes no verbales: tono, gestos, titubeos, etc.?
• ¿Soy consciente de mis mensajes no verbales?
• ¿Tiendo a abusar de tecnicismos?
• ¿Se me va a veces la imaginación mientras habla la otra persona?
• ¿Resumo mentalmente lo que el otro me comunica?
• ¿Soy consciente, además de sus palabras, de sus sentimientos?
• ¿Controlo eficazmente la exteriorización de mis rechazos?
• ¿Tiendo a cambiar de tema continuamente?
• ¿Me manifiesto normalmente apurado y con prisas?
• ¿Me dejo llevar exageradamente por la rimara impresión?
• ¿Escucho sólo lo que quiero oír?
• ¿Mi estado de ánimo es con frecuencia imprevisible?

Interpretación

Suma todos los puntos obtenidos. Una puntuación total de 75 puede considerarse aceptable: manifiestas actitudes positivas que muestran una buena disposición para escuchar y hablar. Si el resultado es llamativamente más bajo sería conveniente revisar algunas cuestiones: apunta las preguntas donde la puntuación (muy alta o muy baja) te puede hacer pensar, examina los con­tenidos concretos que provocan esos resultados y decídete a ir controlando los diferentes aspec­tos interrogativos que encuentres. Siempre es bueno, en fin, comentar con los amigos, con el grupo, con otras personas de confianza, etc., los resultados y las preguntas que extraes del test.

A. LÓPEZ CABALLERO

Cómo dirigir grupos con eficacia, Ed. CCS, Madrid 1997, 68[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

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