Saratoga es una banda de heavy metal de Fuenlabrada que se formó en 1992 y que ha publicado 12 discos, el próximo se publicará el 16 de noviembre. Con motivo de la campaña de presentación de su nuevo disco el pasado 23 de octubre se presentó el single y videoclip que tiene por título “el olvidado de Dios”.
La producción del tema es correcta, la voz y las guitarras excelentes. Se trata de una canción escrita por un grupo al que se le nota que tiene rodaje en esto del rock. En cuanto a la música nada que objetar. Muchos os preguntaréis porqué me pongo a escribir esto, sobre un estilo musical poco escuchado por los jóvenes de hoy y qué sentido tiene en este blog. La razón es sencilla, con solo dos escuchas de la canción su estribillo se pegó en mi cabeza hasta el punto que la tarareaba al levantarme al día siguiente. Solo por eso ya merece la pena que me siente a escuchar la canción con más detenimiento y escribir estas palabras. No voy a hacer una crítica de la canción ni de la letra (aunque podría escribir mucho), voy a responder a la pregunta que el autor me hace y que para mi se ha convertido en oración, reflexión y espero que en diálogo.
¿dónde queda tu última oración?
¿dónde queda Getsemaní?
¿dónde está tu señor si no ha aceptado tu oración?
Querido amigo:
Me preguntas por mi oración y por mi Dios y das por supuesto que no ha aceptado mi oración. Creo que lo haces porque ves en el mundo demasiado sufrimiento y a pesar de las oraciones de tantas y tantas personas éste no desaparece. Das por supuesto que es mi última oración porque ante la falta de respuesta la única opción es abandonar. Veo que has leído, o por lo menos has oído hablar de un tal Jesús de Nazaret y preguntas por Getsemaní, ese momento crucial en la vida de Jesús en el que tiene que decir su SÍ definitivo y resulta que es la muerte. Pero creo que te falta una parte de todo esto, la vida de Jesús no se acaba con la muerte, sino que ese Dios que dices me ha abandonado, le resucita para siempre y para todos.
Ante esto te preguntarás y ¿Dónde está ese resucitado? ¿Cómo lo notas vivo en tu vida? ¿No ves que lo que dices no tiene sentido? Pues resulta que la respuesta la das tú mismo en la introducción de la canción con esas palabras en latín, que no son más que el comienzo del Padrenuestro, la oración que Jesús nos enseñó. “Adveniat Regnum Tuum” significa “venga tu Reino”. Y la clave está en la manera de entender ese Reino, si lo entendemos como algo material la cosa falla, como falla tu letra a la hora de entender que la oración es para pedir y recibir, y que si el orden no es de ese modo la cosa no funciona. Nada más lejos de la realidad. Lo importante es saber que poco a poco vamos construyendo el Reino que Jesús nos prometió poco a poco, siguiendo su mensaje, su palabra y sus acciones. Acogiendo, queriendo y perdonando. Dios no me ha olvidado, todo lo contrario me acompaña. No hago las cosas para que Dios me premie, sino porque me siento acompañado por él, hago lo que hago.
Seguro que muchos cristianos se echarán las manos a la cabeza al leer tu letra y dirán que la hiciste por ir en nuestra contra. Yo te doy las gracias por la oportunidad que me das de reflexionar sobre lo que hago y lo que vivo. Hay una cosa en la que has acertado, el protagonista de tu canción vive una relación con Dios que ha decidido cortar, la clave está en la relación. Una relación siempre es entre dos, es proceso, es encuentro, es diálogo y algunas veces es silencio.
Saratoga – «El olvidado de Dios» (2018)
«Pater noster, qui es in caelis:
sanctificetur Nomen Tuum;
adveniat Regnum Tuum».
¿Dónde queda tu última oración? Esa que susurraste hace tiempo,
olvidaste tu devoción por Buda, Cristo, Alá y sus templos.
Hace tiempo que no leí de esas plegarias algún pasaje
¿dónde queda el Getsemaní? Evangelios sin linaje,
se arrodilla en el pecado flagelando su perdón.
Ahora dime ¿dónde está tu señor si no ha aceptado tu oración?
Y ese perdón que has implorado se esfumó,
tu fe no sobrevivirá al dolor, fuiste olvidado por tu dios,
solo encontraste crueldad en tu camino, y es tu prisión.
Hoy reniega la santidad, colgando el hábito de su dios,
apóstata sin identidad quien imploro la absolución,
hoy mendigan el milagro que renazca a su dios.
Ahora dime ¿dónde está tu señor si no ha aceptado tu oración?
Y ese perdón que has implorado se esfumó,
tu fe no sobrevivirá al dolor, fuiste olvidado por tu dios,
solo encontraste crueldad y en tu camino la decepción.
«Pater noster, qui es in caelis:
sanctificetur Nomen Tuum;
adveniat Regnum Tuum»
Ahora dime ¿dónde está tu señor si no ha aceptado tu oración?
Y ese perdón que has implorado se esfumó,
tu fe no sobrevivirá al dolor, fuiste olvidado por tu dios,
y solo encontraste crueldad en tu camino, y es tu prisión. (x2)