Misión Joven | Enero-Febrero 2025: Jubileo de la esperanzal

24 enero 2025

«Encontramos con frecuencia personas desanimadas, que miran el futuro con escepticismo y pesimismo, como si nada pudiera ofrecerles felicidad. Que el Jubileo sea  para todos ocasión de reavivar la esperanza» (Spes non confundit, Papa Francisco).

Marcarnos etapas y hacerlo con la cadencia que marca un nuevo año es una buena ocasión para tomarnos el pulso y revisar el camino andado. Caer en la cuenta de las inercias que nos frenan y de los recovecos en la piel de nuestra alma nos hacen ser más conscientes de todo lo que nos queda por andar en este camino apasionante de reconocernos a nosotros mismos como personas logradas. Los manidos propósitos de volver al gimnasio o aprender inglés al inicio del nuevo año, deberían dejar paso a los verdaderos retos personales asumidos con rea lismo y constancia.

Decirnos feliz año nuevo es algo más que un mantra repetido en estos primeros días de enero a todo aquel que encuentras en el ascensor o en el portal de tu casa. Desear un buen año no es tentar a la suerte o dejarnos caer en los brazos del caprichoso azar para ver si los astros nos son propicios. Es desear que Dios ilumine su rostro sobre ti y te dé la paz, que bendiga tus pasos y que tu vivir bendiga su nombre. Solo así, más allá de rituales con las uvas de la suerte y las campanadas de un reloj, nuestra vida puede marcar otros ritmos que no acaben en una mañana resacosa, en la decepción de despertarnos a mediodía comprobando que hoy es igual que ayer o en la resignación de que tampoco este año te funcionará la dieta que empezaste el primero de enero.

Estoy seguro de que el 2025 sea mejor o peor que el año pasado no depende de la combinación de los astros o del caprichoso destino. Depende, sobre todo, de la capacidad de cada uno de nosotros de caminar en la luz; de la resiliencia frente a la adversidad; de la honestidad con la que vivamos la vida; de la tenacidad con la que afrontemos los desafíos; de la confianza en nuestras posibilidades o del compromiso con el que querer darle la vuelta a la realidad.

El nuevo año nos trae buenas noticias. Celebramos el Jubileo que, según la tradición, el Papa convoca cada 25 años evocando aquel antiguo “año de gracia del Señor” en el que los cautivos quedan liberados, las deudas saldadas, la consolación se hace abrigo para todos y se abren oportunidades para recomenzar y enderezar caminos nuevos en la historia (cf. Is 61, 2).

Francisco ha querido dedicar este Año Jubilar a la esperanza, la que no defrauda, la que está enraizada en Dios y se ofrece a todos como esperanza de salvación. Jesús, el Cristo, nos ha abierto de par en par el mar de la historia para que alcancemos orillas de mayor plenitud en nuestras vidas. Es un tiempo de gracia y una buena noticia para todos los que vivimos maltrechos, heridos o abandonados. El Señor restaña nuestras heridas, venda nuestro dolor y nos abraza con el vino y el aceite de la misericordia entrañable. Este tiempo nuevo quiere ayudarnos a volver a casa si hemos perdido el camino; quiere abrir las prisiones injustas en nombre de Dios; quiere proclamar el año de la consolación de Dios para quienes más necesitan su abrigo.

En nuestra pastoral con jóvenes, es una oportunidad maravillosa para peregrinar, como peregrinamos en la vida, y provocar el encuentro con Jesús que coge nuestro paso y ofrece vida abundante para todos. En nuestra revista MISIÓN hemos querido dedicar este primer número del año al Jubileo de la esperanza. Cinco estudios nos ayudan a preparar lo que está por venir:

  • Las raíces bíblicas del Año Santo Jubilar, por José Joaquín Gómez Palacios.
  • Un latido de gracia y de perdón: el Jubileo a través de los siglos, por Francisco Javier Alcedo Ruiz.
  • ¿Qué carácter tiene el Jubileo 2025? Contraste de valores en la Bula de Convocación del  papa Francisco. Signos de esperanza, por Francesc Riu i Rovira.
  • La esperanza teologal: un mensaje para nuestro mundo, por Nurya Martínez-Gayol Fernández.
  • El Jubileo 2025: propuestas pastorales, por Leonardo Sánchez Acevedo.

Al inicio de este nuevo año inauguramos también algunas secciones en nuestra revista. El cuaderno final lo dedicaremos, precisamente, a la virtud de la esperanza con firmas que nos acompañarán todos estos meses: José Joaquín Gómez, Koldo Gutiérrez, Borja Pérez, Diego Borbolla, José Ropero, Martha López y Nico Montero.

Seguiremos contando con las colaboraciones de Anselmo Tomé. Nos alegramos de poder continuar con la creatividad y el buen hacer de Jota Llorente para nuestras portadas. Agradecemos un año más la inestimable tarea de Javi Jaldo y Paco Jaldo al frente del Cuaderno Joven. Iniciamos una nueva sección que hemos titulado Proyectos para la esperanza en la que iremos presentando experiencias que tocan el corazón y avivan la esperanza.

En fin, estamos ante un nuevo periodo que iniciamos con ilusión y con el compromiso de seguir ofreciendo la mejor reflexión y los materiales más actuales para la pastoral juvenil. Aspiramos a seguir siendo un referente en la Iglesia española y latinoamericana para el acompañamiento y la animación pastoral de adolescentes y jóvenes. Contamos contigo en esta tarea. Gracias por seguir con nosotros.

 

José Miguel Núñez

misionjoven@pjs.es

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