Toda mujer necesita llevar cosas encima y el bolso es algo que forma parte de su personalidad… El caso de María no difiere mucho, y aunque no es muy dada a estrenar “trapitos” todas las semanas, sí que posee un bolso que combina a la perfección practicidad, elegancia y un glamour un tanto peculiar… Pero no te quedes ahí sin saber qué hacer, la Virgen María te da permiso para vaciar su bolso y descubrir algunos de los accesorios que siempre lleva consigo.
Carta de recomendación. Junto a tu currículo, María lleva siempre consigo una carta en la que “te pone por las nubes.” De hecho, el mismo Dios, se la sabe ya de memoria, pues tu Madre, como si se tratara de un fármaco de obligatoria prescripción, se la enseña por la mañana, a mediodía, a medi0.3.
a tarde y antes de acostarse.
Dos entradas. No, no se trata de un evento deportivo ni de un concierto de tu grupo favorito… Son dos entradas para asistir, como protagonista y junto a tu Madre, al hermoso espectáculo de la vida de cada día.
Fotos. Si abres la cartera de María, ni encontrarás su DNI, ni tarjetas de crédito, ni ningún documento identificativo… Solamente tu foto, bueno, tus fotos: el día de tu bautizo, con tu primera bicicleta, vestido de Primera Comunión, con tus amigos haciendo botellón, de vacaciones con tu pareja… ¡Hijo mío, deberías estar más que orgulloso!… Suele decirse que para una madre, su hijo es el mejor… pero en tu caso, el asunto se desborda.
Cremas. Las tiene de todo tipo, pero nada de cremas para combatir las arrugas o el envejecimiento. Como siempre, tu Madre ha pensado en ti, y si tú quieres, Ella está dispuesta a embadurnar tu corazón a base de alegría, ganas de vivir, optimismo y, sobre todo, mucho, mucho amor.
Agenda. Es curioso, pero al abrir la agenda de María uno se encuentra con todas su páginas en blanco. Pensarás que “vaya vida que se pega”… Pues no, María está esperando a que tú “la des trabajo.” Tiene las 24 horas de todos y cada uno de los días del año libres para ti… ¡Menudo chollo! ¿No crees? ¡Aprovéchate!
Kit de maquillaje. Además de los consabidos artículos que toda mujer porta en su bolso: barra de labios, sombra de ojos, correctores, perfiladores, lápices… María lleva una amplísima gama de coloretes… Eso sí, eres tú el que debes mezclar con su ayuda cada uno de los colores para conseguir un corazón bello, radiante, “rompedor.”
Callejero. Alguien debería decir a tu Madre que existen ya los GPS… Pero bueno, lo impotante es que María te tiene localizado mañana, tarde y noche, y cada día te espera con los brazos abiertos presta y dispuesta a echarte una mano cuando más lo necesites.
Caramelos. Todavía recuerda María con nostalgia tus años de niño, cuando el kiosco era como tu segunda casa… Los años han pasado y la bolsa de “chuches” ha pasado a la historia, al igual que tu corazón de niño. Por eso tu Madre te invita a despertar al niño que llevas dentro, y es que para saber si una persona está viva o muerta no hace falta, necesariamente, tomarle el pulso; más bien, debes comprobar la cantidad de infancia que alberga en su interior… ¡Haz la prueba!
Toallitas desmaquillantes. María sabe mejor que nadie que la enfermedad, el dolor o el fracaso nunca deben ser una vergüenza, nunca deben ser maquilladas.. Por eso, cuando te visite alguna cruz, no te escondas, no tires la toalla, no desesperes; más bien, acude a tu Madre, que con Ella a tu lado todo te resultará más fácil.
Caja de sorpresas. Donde guarda una esclava que la recuerda que siempre que lo desees estará ahí, a tu lado, en los buenos y sobre todo en los malos momentos; una alianza que certifica que con todos los poderes que la otorga el corazón siempre estará estrechamente unida a ti; y una cruz, pues ahí escuchó, hace más de dos mil años, la gran noticia de que tú ibas a ser su hijo y ella… ¡Tu Madre!
José María Escudero