DÍA DE PUERTAS ABIERTAS EN EL REINO DE LOS CIELOS

1 octubre 2008

Por unos segundos deje lo que esté haciendo, aparte sus preocupaciones y disponga su corazón. Y para que no se le olvide lo que allí va a presenciar le invito a que ponga por escrito todo lo que vaya viendo… ¿Listo? Pues acompáñeme y “no quite ojo” una oportunidad como ésta, no se tiene todos los días.

¡Eh!, no puede ser, me está dando la bienvenida a las puertas del Reino mi jefe, y me ha soltado una sonrisa. ¡Anda! pero si estamos en mi lugar de trabajo. Ahí están mis compañeros de siempre que me saludan amablemente y, que por primera vez, están hablando de otras cosas que no sea de la dichosa nómina… Hasta el jefe de la maquinaria está más contento que nunca… No puede ser. ¡Le habrá tocado la bonoloto!

Bueno sigamos…, No, no, esto ya es demasiado, acabamos de entrar en mi casa y, ¡mira, mira!, mi madre está fregando los platos y a su lado mi hermano, el que jamás ha movido un dedo en casa, la está ayudando a secar los cubiertos… ¡Puf ¡ debo estar soñando… Y ¿mi padre? Nunca le había visto así: está hablando por teléfono sin gritar.

¡Esto es increíble! Vamos a otra instancia… Eh, ahí están mis amigos. ¿Y esos dos? Ah, ya me acuerdo, son la pareja de búlgaros que no quisimos que formaran parte de nuestra pandilla… Pues parece que ahora a nadie le importa, es más, por la cara que ponen deben estar muy a gusto en su presencia…

Bueno por hoy ya es suficiente … No sé, o Dios “se ha vuelto tarumba” o…

Sí amigo, sí, o es posible construir el Reino de los cielos aquí en la tierra, en tu trabajo, en tu hogar, con tus amigos…

Sí, es cierto que cuando regreses verás otra vez a tu padre malhumorado, a tu jefe “echando sapos” por la boca, o a la pareja de búlgaros paseando ellos solos por el barrio… pero tú ya sabes lo bien que se vive en El Reino… Es tarea tuya llevarlo a cabo.

A lo mejor únicamente consigues que las puertas del Reino se abran apenas unos minutos al día…, pero en esos segundos puede que algún visitante se contagie, y así, los dos juntos, podéis estirar un poco más el tiempo… Hasta que un día las puertas se abran de par en par para no cerrarse nunca jamás…

José María Escudero

Para hacer

Rehacer el diario: ¿Cómo sería en nuestro caso?

En vez del trabajo, pensar en nuestro ambiente de estudio. ¿Qué cambiaría si el ambiente allí vivido fuera la expresión del Reino?

¿Qué nos lleva a cambiar todo esto para que el Reino se haga presente ya a nuestro lado?

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