Sé como el sol:
levántate temprano y no te acuestes tarde.
Sé como la luna:
brilla en la oscuridad, pero sométete a la luz mayor.
Sé como los pájaros:
come y canta, bebe y vuela.
Sé como las flores:
enamoradas del sol, pero fieles a sus raíces.
Sé como el buen perro:
obediente, pero nada más a su Señor.
Sé como la fruta:
bella por fuera, saludable por dentro.
Sé como el día:
que llega y se retira sin alardes.
Sé como el oasis:
da tu agua al sediento.
Sé como el río:
siempre hacia adelante.
Sé como la luciérnaga:
aunque pequeña, emite su propia luz.
Sé como el agua:
buena y transparente.
Sé como José:
cree en tus sueños.
Sé como Lázaro:
levántate y anda.
Y sobre todas las cosas, sé, como el cielo, la morada de Dios.
¡Nunca dejes de soñar, porque soñar
es el principio de un sueño hecho realidad!