Crece el ‘bullying’, la violencia en las aulas

1 septiembre 2004

Hay mucha violencia alrededor, en la sociedad, y esos mensajes violentos empapan a nuestros niños: “¡Compra!, ¡compite!, ¡te pego para que aprendas!, ¡vence!…”. Y ya es hora de que profesores y padres estén muy alerta ante el bullying, ¡porque cada día proliferan más los casos de! Muchos niños lo padecen durante años sin ayuda…
Bullying viene de bull (toro), en el sentido de matón, fuerte, agresor. El bullying es un proceso de abuso e intimidación sistemática por parte de un niño (el bull) contra otro niño, víctima incapaz de defenderse de ese maltrato.
El maltrato consiste en burlas (por rasgos físicos, por llevar gafas, por alguna peculiaridad…). En agresiones corporales (zancadillas, patadas, puñetazos…). En humillaciones y desprecios… En excluirlo de actividades grupales…
Es algo que puede arruinar la vida de una persona. Sé de un chico que a los trece años comenzó a padecer burlas de sus compañeros, marginaciones… Y al cabo de un año sufría caídas, accidentes, roturas de huesos… porque se descentró, perdió capacidad de concentración, de control de su vida… Ya tiene 24 años y no ha hecho nada con su vida, no ha estudiado, no sabe qué hacer… Y todo por ser víctima en el colegio, y porque tenía un padre muy rígido al que no le podía contar lo que le pasaba, y una madre que no le dio importancia a aquello. Le eligieron a él como víctima porque sus amigos se enteraron de que tomaba clases de danza fuera del colegio. Machacado, dejó la danza y no ha hecho nada…
El perfil de la víctima es un niño que se siente maltratado en casa, inseguro, y que, sin recursos ante el maltrato en el aula, asume su estado de víctima.
El perfil del bull, del abusón es un niño con mucha violencia contenida, probablemente también maltratado en casa (quizá víctima de un hermano…), o al que los padres tienen medio abandonado. ¡Él necesita conquistar protagonismo, y lo hace sacando su violencia! Quiere existir, y lo hace así.
Hay que enseñar a los niños a conducir constructivamente sus conflictos, sus pulsiones, sus tensiones… ¡Si no, un día lo pagaremos todos! Lo pagará la sociedad entera. En Japón y Alemania se dan cada vez más casos de niños y adolescentes que se suicidan porque no soportan más su estado de víctima. Y dejan notas explicándolo. Y también hay víctimas que un día agreden: Romero, un chico de 16 años, soportó muchas burlas de sus compañeros, hasta que un día tomó la pistola de su padre, llegó al aula… y asesinó a su bull. Poco antes de hacerlo dijo: “Me voy a hacer respetar”…
¿Qué hacer? Enseñar a los hijos a que si un niño maltrata a otro, es como si les maltratase también a ellos. Y enseñarles a que tienen que chivarse. “Mientras machaquen a otro, no me machacan a mí”, piensan los niños. ¡Enseñémosles a dejar de pensar así, a no aceptar eso, a no convivir más con la violencia! Un niño víctima, quizá empiece a decir que no le apetece ir al colegio, que se encuentra mal… ¡Esté atento, escúchele…! Si lo hace, se explicará.
Para evitar que sus hijos sean víctimas enséñeles a permanecer inalterables ante toda burla y a responderla con un “¿Y?”. Uno es víctima si actúa como tal, es decir, si se muestra afectado ante una ofensa. Si un bull descubre a alguien así, lo elige: ¡cómo disfrutará ensañándose con él!
Enseñe a sus hijos a no ofenderse por nada. Si le dicen: “¡Tienes orejas de soplillo!”, que no se enfade y responda: “¿Y?”. Al reaccionar así, ¡está desarmando al agresor!
Si el bull insiste en su burla, que le diga: “Sí, me pongo estas orejas cada mañana. ¿Y?” Enséñele esto: el ofensor está siempre en inferioridad de condiciones.
El colegio debe hablar con los padres del niño bull. Y que el niño redima su abuso con trabajos en la escuela: limpiar aulas, recogerlas… Eso le quita poder ante el grupo. ¡Y ayudémosle a saber expresarse sin recurrir a violencias!
En general, para las escuelas, que los profesores no impongan modelos intimidatorios. Que en cada escuela haya un profesor a quien el niño pueda hablarle sabiendo que se le guardará el secreto y se le ayudará. Y que cada colegio abra una página web para que los niños escriban de modo anónimo lo que les suceda… Si la escuela da conocimientos a nuestros hijos, pero no les ayuda a relacionarse como personas…, ¿hacia dónde estaremos yendo?

Adaptado por H. Otero de una entrevista a Nora Rodríguez
La Vanguardia, 19.7.2004

Para hacer

  1. Este texto son las respuestas a una entrevista a una pedagoga e investigadora de conflictos sociales. Su política: “Partidaria de lo que defienda la vida y la convivencia humanas”. Sus creencias: “Todos necesitamos agarrarnos a algo. La escuela debiera proscribir toda actitud violenta”. ¿Cuáles son nuestras políticas y nuestras creencias en ese sentido?
  2. El texto es claro y el tema preocupante. Repasar la realidad que conocemos a partir de lo que dice la autora. Contrastarlo con lo que nosotros hacemos y ver cómo llevar a cabo sus propuestas.

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