- Engancha a primera vista: ¿Alguna vez alguien te ha caído mal a simple vista? Es normal, porque el 70% de la información que transmitimos es lenguaje no verbal. ¿Quieres saber qué efecto causas tú? Simula que hablas con alguien y grábate en vídeo. Luego, fíjate si gesticulas mucho o si tu voz es muy fuerte. No son buenas señales. Además, toma nota: cruzar los brazos, taparse la boca al hablar y juguetear con el pelo transmiten incomodidad, mentira y nerviosismo, respectivamente.
- Causa una buena impresión: Los diez primeros minutos de conversación bastan para que una persona sepa si quiere seguir contigo o desea ¡volverse invisible! Para triunfar, di algo positivo de la otra parte (sin pasarte) y no repitas constantemente su nombre (o parecerás una vendedora). Lo ideal es un par de veces en toda la conversación, como mucho.
- Sé positiva: Piensa un segundo: ¿te apetecería estar con alguien que solo sabe quejarse de lo mal que le va todo? ¿Que cree que el mundo está en su contra? Intenta no caer en ese error. Si un día estás mal, cuéntalo, pero no tengas por norma quejarte por todo. Tómate los pequeños problemas con sentido del humor. Te lo agradecerán.
- No hables solo de ti: No hay nada peor que alguien que sea conocido por su yoísmo. Por eso, evita que todas tus frases empiecen por un “Yo…”, “A mí…” y similares. Si no puedes evitarlo, sigue con un “¿Y tú?”.
- Abre tus oídos: Otra clave para caer mal es hablar… y no escuchar. Monopolizar la conversación es algo insufrible para el que solo escucha. Apuesta por el diálogo y, además de darle a la lengua, utiliza el oído. Pregunta su opinión a los demás y no interrumpas.
- No te pases de listilla: Puede que seas toda una eminencia cuando se trate de hablar de música, series, pelis… pero ¡para el carro! Si parece que miras a los demás por encima del hombro cada vez que abres la boca, la gente se apartará de ti ¡y con razón!
- Huye de las mentiras: Es un hecho: si alguna vez alguien te pilla en una sola bola, perderás tu credibilidad ¡para siempre! Por eso no te arriesgues y, o mientes muy bien, o lo haces por una buena causa… o mejor ni lo intentes.
- ¿Discreta, tú? ¡Siempre! El arte de guardar secretos es uno de los valores más cotizados en cualquier amig@ que se precie. Nunca lo olvides. No hay nada peor que colgarse el cartel de cotilla en potencia, ya que nadie confiará en ti. Por otra parte, ahí va otro consejo: antes de preguntarle algo íntimo a alguien, valora qué relación te une a esa persona. Si no tenemos confianza con alguien y esa persona cruza la línea que separa nuestra vida privada de la pública, la rechazamos de inmediato. Cuidado.
- Ojo con el lenguaje: Es curioso, pero los expertos señalan que si inicias una conversación con un “no”, generas un clima de rechazo. Y con un “sinceramente”, transmites desconfianza. ¿Un consejo? Evita los verbos de obligación (“tendrías que”, “deberías”…): hacen que la otra persona se sienta presionada.
- No vayas de líder. La última regla es la antirregla por excelencia: la mejor manera de ser una auténtica líder… es no tratar de serlo. Con sinceridad: ¿cuántas amigas ‘marimandonas’ te caen bien cuando empiezan a ordenar a diestro y siniestro? ¿Cero? ¿-1? Aplícate el cuento.
Mar Rubio (Ragazza, dic 2008)
PERFIL DE UNA CHICA POPULAR | ¿POR QUÉ CAES MAL? |
Radiografía de una chica que cae bien por excelencia. Ella es….
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