BINGO-LIBROS

1 abril 1998

[vc_row][vc_column][vc_column_text]El mes de abril es el mes de los libros. Proponemos, pues, una actividad de promoción del libro y de la lectura. Mu­chas veces en nuestras bibliotecas tene­mos una cantidad de libros que no se le­en y que nosotros, bibliotecarios o ani­madores a la lectura, nos interesa poten­ciar, darlos a conocer y presentar. En es­te sentido, presentamos una actividad para dar a conocer la temática de libros de literatura infantil y juvenil en una bi­blioteca de barrio o escolar, que llama­mos «bingo-libros».

  • Selección del material

Debemos de partir de nuestra propia realidad: qué libros tenemos y cuáles deseamos dar a conocer. Para ello he­mos de seleccionar una treintena de li­bros de nuestra biblioteca.

  • Resúmenes, fichas y títulos

Una vez selecionados, resumimos el argumento de cada libro en unas breves líneas. Mecanografiamos dichos resú­menes, confeccionando la treintena de fichas correspondientes.

En otras tantas fichas (que podemos realizar simplemente dividiendo en 8 partes iguales una Dile A-4) de igual ta­maño que las anteriores, escribimos los títulos de los libros, como si fuesen los cartones de los números del bingo.

Si queremos realizarlo todo como en los bingos de verdad., en cada cartón ha­brá 8 títulos de libros, que pueden repe­tirse en otros cartones de títulos. Por lo tanto habrá que hacer tantas fichas de argumentos repetidas como títulos re­petidos pongamos en cada cartón.

  • juego

Una vez confeccionado el material, re­partimos los cartones a uno o varios ju­gadores y jugadoras (bien tratemos de primar el trabajo en parejas o en peque­ños grupos).

Cuando todos y todas tienen sus car­tones empezamos a cantar el número, que en este caso es el argumento del li­bro. Los que crean que tienen el título que corresponde al argumento leído le­vantan la mano y dicen en voz alta el tí­tulo al que creen que corresponde. Se les dará la ficha correspondiente a los que acierten.

«Gana» el que consiga hacer primero la línea (acertar cuatro títulos de libros) o realizar «bingo» (completar los ocho títulos del cartón correspondiente).

Se trata de un juego ya experimentado y realizado en bibliotecas infantiles, y adaptado al sistema escolar. Por ejem­plo, es un buen método para conocer sencillamente de qué trata cada libro de la Biblia, en el área de Religión Católica, o para conocer el argumento de las dis­tintas obras de autores que han de estu­diarse en Lengua castellana o Lengua Galega.

En edades de 9 a 13 años da buenos resultados. No obstante y particular­mente a partir de los 14, se han de ir complicando los datos (vocabulario, po­ner un párrafo clave del libro, nombre de los personajes, etc.).

XULIO C. IGLESIAS

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