[vc_row][vc_column][vc_column_text]Se llama Nuria. Tiene 15 años. Es madre soltera. Abusó de ella su padrastro…
María, Encarnación y Sagrario, religiosas de distintas congregaciones, nos podrían contar miles de historias parecidas de adolescentes, madres solteras, prostitutas y toxicómanas.
La mayoría de estas adolescentes han crecido en un entorno familiar deteriorado y roto: con padres alcohólicos, en paro o en la cárcel, madres prostitutas o solteras, hermanos delincuentes… Por tanto, con profundas carencias afectivas, con necesidades económicas, culturales, sanitarias… que han provocado en ellas lesiones psicológicas serias y la adicción al alcohol y a la droga. Esto les ha llevado a la incomunicación, la agresividad, el desinterés, la falta de motivación, la baja autoestima…
Sobre la mujer de prostitución callejera llueven cantidad y variedad de miradas. Unos ven frivolidad, otros negocio, otros pecado, otros escándalo, otros basura…
La mirada atenta, detenida y profunda de estas religiosas ve la realidad de esas personas, su contexto, su dignidad violada, un tejido social generador de injusticia y opresión, su vocación herida de hijas de Dios… Ve un rastro de luz en sus miradas, una gran carga de valores, y unos rostros que pueden volver a sonreír. Hablan María, Encarnación y Sagrario:
- «Hay muchas carencias o malos tratos en su infancia que están ahí y que no se pueden cambiar. Tratamos de paliarlos con nuestra
acogida y con la creación de un ambiente de afecto y acogida. Trabajamos por mejorar su cultura y su preparación profesional, relacional, etc…»
- «Vivir con ellas nos ayuda a ver la vida con ojos marginados. El estar con ellas las 24 horas nos recuerda que Cristo fue pobre; que no podemos tener «tiempos privados» ni «horas de despachó», ni ser nosotras el centro de la vida. Nos recuerdan que somos para los demás…»
- «Este trabajo supone vivir la gratuidad a fondo perdido. A este mundo sólo podemos acercarnos desde el amor, la solidaridad, desde esa síntesis de amor-solidario que se llama «misericordia» en el Evangelio. Los desheredados no tienen en este mundo mayor necesidad que la presencia de alguien que les preste atención. La reconstrucción de esas vidas es un trabajo artesanal que requiere mucho tiempo para ayudar a crecer en autoestima, valores humanos y reinserción social».
- «Nuestra forma más directa de anunciar el Evangelio es desde nuestra actitud de acogida y comprensión, diálogo profundo, disponibilidad y entrega gratuita, compartiendo todo, valorando la vida, ayudándolas a ponerse «en pie», promocionándolas, respondiendo a preguntas e inquietudes sobre la vida y el Dios que intuyen. Esta es nuestra vocación, este es el sentido de nuestra vida».
PARA TRABAJAR PERSONALMENTE Y EN GRUPO
- ¿Qué aporta este testimonio?
- Lluvia de ideas sobre la «prostitución». Irlas escribiendo para contrastarlas con lo que estas religiosas dicen de la misma.
- Hay muchas formas de mirar esta marginación. Hay «miradas de» (policía, amigo, chulo, viejo verde, «negociante», madre… Jesús). Analizarlas y diferenciarlas.
- Orar, leer, contemplar estos textos: Mt 15,21-28; Lc 9,23-25; 7,39; 8,40; 4,18-19.
- Se llaman María, Encarnación y Sagrario ¿Cómo relacionaríais sus nombres con la vida religiosa y la misión que están realizando?
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