[vc_row][vc_column][vc_column_text]Esta imagen, tomada de la revista portuguesa jornal Fraternizar (16.10.97), ilustraba el artículo «¿Qué es hacer teología cristiana?», del que reproducimos el siguiente párrafo: «Hacer teología cristiana tiene poco o nada que ver con las academias o facultades de teología. Y tiene todo que ver con la humanidad sufriente, empobrecida y excluida, sin duda el lugar teológico por excelencia, por lo menos del Dios que se nos reveló en Jesús y María de Nazaret. Por ahí es por donde Él andará, una especie de colectivo Siervo sufriente de Yavé en carne viva y casi siempre maloliente, sin aspecto de persona y delante del que siempre apetece volver la cabeza para un lado y pasar de largo como hicieron el levita y el sacerdote de la parábola de Lucas».
- Imagen y objetivos
La imagen no es de fácil lectura: exige tener en cuenta los símbolos que aparecen (ver más adelante) y conocer hechos y textos a los que alude (sobre todo los referidos a Jesús muerto y resucitado). Pero puede ser una buena prueba para ver por dónde respira el grupo tanto en la visión cristiana de los hechos (conocimiento y aceptación del evangelio) como en el compromiso humano (lucha por la justicia). En este sentido se ha de trabajar con ella a partir de adolescentes-jóvenes.
Al margen de su origen y planteamiento, esta imagen se puede emplear para sensibilizamos ante la realidad sufriente, caer en la cuenta de la injusticia e intentar superarla, descubrir el sentido del dolor, luchar por la justicia y mantener la esperanza. O, de otra forma, mantener el corazón resucitado.
- Primera lectura
– Dar la imagen y centrarse en ella haciendo que la contemplen en silencio: ¿Qué pasa ahí?
-Comentar lo que cada uno ve. ¿Qué nos dice a cada uno?
-Comunicar: ¿Qué sentimientos nos produce?
Expresar: ¿Con qué hechos o vivencias personales la relaciona cada uno? ¿A qué situaciones colectivas se le asemejan?
- Profundización
Trabajar a partir de las respuestas dadas a las cuestiones anteriores. Las intervenciones del grupo nos irán guiando.
Si no van saliendo lo que creemos que es esencial, servirse de los elementos que aparecen en la imagen haciendo una relectura de los símbolos:
Cruz: El personaje está en una cruz… Es una cruz muy especial: Se ve el origen (parte izquierda), pero no el final (parte derecha). O sea: lo que ahí sucede continúa ahora. Se ve la zona de arriba del palo vertical de la cruz, pero no dónde está clavado: está allí donde alguien está sufriendo hoy.
Sonrisa: El personaje está sonriendo: Tiene y comunica alegría… Ha sido crucificado «pero ha vencido a la muerte». Vive resucitado» (1 Cor 15,4).
Manos: Sin llagas: hay otras muchas formas de matar hoy, distintas de la crucifixión Y por lo tanto habrá que trabajar de muchas formas distintas para superar ese dolor… La mano izquierda, ya desclavada, ha crecido, se ha agrandado y de ella nace fruto.
La flor: «Si el grano de trigo no muere, no puede dar fruto…» Qn 12,24)
Tres: La flor tiene tres pétalos. «Al tercer día resucitó»: es «el tercer día de esperanza» para todos que recordaba Oseas (Os 6,2).
Corazón: De él salió sangre y agua (Jn 19,34). En él está un ser humano con brazos abiertos: el Corazón de Jesús es el ser humano, cada persona que sufre y supera el dolor, cada persona que abraza y comparte. Ese es el corazón resucitado… hoy.
Fondo negro: La tierra se llenó de oscuridad (Mt 27,45; Mc 15,37; Lc 23,44). Pero contrasta con la claridad del resto de la imagen: «Brilla una nueva luz».
- Aplicación
– Volver a centrarse en los símbolos cuyo análisis hemos sugerido y actualizar cada uno de ellos: noticias de «crucificados» actuales, hechos de entrega, gestos de esperanza… Y ver qué podemos hacer cada uno en cada caso.
HERMINIO OTERO[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]