- Duerme menos horas de las que necesites, haz poco deporte y no te preocupes por las comidas. La salud no es lo bastante importante para prestarle atención.
- Tampoco cuides tu mente. Nuestro organismo ya tiene suficientes mecanismos para hacerlo por sí sólo. Dale vueltas a tu cabeza hasta que consigas aislarte del resto del mundo.
- Convierte tu trabajo y tus estudios en el centro de tu vida. Descuida tus relaciones con los demás y enciérrate en tu cuarto. Quizá los demás se harten de ti, pero conseguirás un buen futuro profesional.
- No muestres interés por la lectura, los trabajos manuales o el cine. Esas aficiones son propias de personas desocupadas y tú no lo eres. Convéncete de eso.
- Agóbiate todo lo que puedas: es sano vivir en continua tensión. Piensa continuamente en tus problemas y repítete que no tienen solución. Cuando todos te parezcan igualmente graves e insuperables, habrás conseguido amargarte por completo.
- No te molestes en organizarte, ya irán viniendo las cosas. Además, hagas lo que hagas, siempre te faltará tiempo y terminarás agobiado. Resígnate.
- Tampoco elabores proyectos para tu vida, porque nunca se cumplen. Si alguna vez caes en la tentación de preparar alguno, no se te ocurra esforzarte para conseguirlo. Lo mejor es dejarse arrastrar por los acontecimientos y no pensar en el futuro.
- No te quieras a ti mismo. Elabora para ello una lista con tus cualidades negativas y recítala en voz alta ante el espejo tres o cuatro veces al día. De ese modo, no sólo te la aprenderás de memoria, sino que te ayudará a estar continuamente amargado.
- Recuerda siempre que la culpa es de los demás. Critícales todo lo que puedas y estate siempre pendiente de sus juicios y valoraciones sobre ti. No des un paso ni tomes una decisión sin preguntarte qué pensará la gente de eso.
- Obsesiónate con ser feliz, éste es el mejor modo de no lograrlo. Dedica cinco minutos, antes de ir a la cama, a culpabilizarte por tus problemas y tus fallos. Así te darás cuenta de que la felicidad es algo inalcanzable
FRANCISCO J. PÉREZ POLO
PARA HACER
- Este texto enumera en tono de broma diversas actitudes en las que a menudo caemos? Nos vemos reflejados en ellas? ¿Cuál de ellas se da más a menudo en nuestra vida? ¿Por qué?
- Descubrir otros comportamientos que nos están haciendo daño y, a partir de la propia experiencia, añadir uno o dos consejos más a esta lista para ser plenamente infeliz.
- ¿Cómo se podrían evitar cada una de esas actitudes? Concretar hechos y soluciones.
- Elaborar un «Decálogo para ser feliz». Se puede dar la vuelta a los consejos de este decálogo o buscar otras actitudes.
- Buscar una o dos formas de llevar a cabo el decálogo anterior, elaborado para ser feliz.