Este año he puesto un nacimiento diferente, sin ángeles, sin pastores y sin reyes. En su lugar he puesto estas figuras:
¡ Un parado: víctima de las multinacionales, que esconde la cabeza entre las manos. Tiene vergüenza y duele verlo.
¡ Un hambriento: tiene el vientre hinchado, pero su estómago está vacío. Quizá esta noche comerá un poco.
¡ Un emigrante: no tiene hogar, no tiene patria. Quizá esta noche lo acoja alguien.
¡ Un preso: se siente al margen de la sociedad. Quizá esta noche le llegue una ráfaga de libertad.
¡ Una prostituta: juzgada por todo el mundo. Quizá esta noche reencuentre su dignidad perdida.
¡ Un enfermo de sida: tumbado en el lecho de su desesperanza. Quizá esta noche reencuentre su dignidad perdida.
Están aquí todos, en torno al Niño que acaba de nacer y que viene para que cada uno de ellos pueda salir de su noche y renacer a la Vida.
B. HUBLER
Para hacer
1. Preparar el Belén desde este esquema (el concurso de tarjetas o de belenes puede tener esa condición), ya sea dibujado o en relieve. También se puede hacer por grupos, como si fuera un monumento: distintos personajes se sitúan ante el Portal. En todos los casos se incluyen las figuras de distintos personajes necesitados o marginados (puestos al margen) que también reciben la buena noticia y que reaccionan ante ella. ¿Qué escucha cada uno? ¿Qué dice cada uno? 2. En ese sentido puede servir de punto de partida o de modelo la imagen que reproducimos de Juanmiguel, que tomamos de «Alandar» (diciembre 1984). 3. A parir del texto (y de la imagen), el belén puede ser viviente: personas concretas que sufren necesidad se sitúan en el portal… 4. En este caso el belén viviente puede formar parte de una celebración: el parado, el emigrante, el enfermo o cualquier persona que tiene una necesidad concreta aporta su testimonio: cómo la buena noticia le llega también a él… |