Ficha: El laberinto de la felicidad de Alex Rovira y Francesc Miralles. Aguilar (138 páginas).
Contenido: Historia de una mujer que, una vez que ha perdido todo en la vida, se mete en el laberinto y, encontrándose, encuentra la felicidad. Destinatarios: Jóvenes y adultos. Temas: La felicidad en la vida y todo lo que hay a su alrededor. |
Guión de trabajo:
- Nada más de perderse en el bosque de los lamentos Ariadna compra un billete de lotería sin números porque siempre toca.
– ¿Lo entiendes?
- El laberinto de la felicidad:
– ¿Tan difícil es encontrar el camino de la felicidad?
– ¿Tiene algo que ver con el sentido de la vida?
– ¿Es lo mismo sentirse feliz que sentirse salvado? Semejanzas y diferencias.
– ¿Tú, qué te sientes? ¿Desde cuándo?
- La primera pregunta a la que tiene que responder Ariadna y todo ser humano –tú también– es: ¿Tú quién eres?
– ¿Quién eres?
– “Soy lo que yo decida ser”, responde ella. ¿Y tú, qué responderías?
- Ahora que la econocmía está de tanta actualidad…
– ¿Qué se ingresa en el banco del amor? ¿Dónde se puede recuperar en caso de necesitarlo? ¿Qué interés produce?
– ¿Tiene esto algo que ver con la banca, el euríbor, préstamos, ahorros, etc.?
- En la posada sin sueños no se puede soñar.
– ¿Realmente se puede vivir sin soñar, sin utopías?
– “Los que no sueñan están muertos en vida” (página 40) ¿Qué tipos de sueños tienes cuando estás despierto?
- Ariadna limpia los tres escalones del café del laberinto.
– ¿Cuáles son? (pág. 47)
– ¿Tienes limpios tus tres escalones? ¿Cómo lo consigues?
–¿Qué dificultades se te presentan?
- Ser felices, miedos, muros que creamos con nuestros miedos, los obstáculos que nos vienen de fuera… son como trampolines que nos sirven para ir a lugares a los que nunca hubiéramos llegado por nosotros mismos.
– ¿Algo que comentar?
- El sentido de la vida. Salir del laberinto para entrar en la vida.
– ¿De donde vienes? ¿A dónde vas?
– ¿Qué responde ella?
– ¿Qué responderías tú? (pág. 83 y 84)
- El cazador de mariposas pregunta a Ariadna: ¿Sigues buscando la felicidad?
– No vale la pena que la busques: la felicidad no se busca, se encuentra (lo mismo que pasa con Dios).
– ¿Y dónde se encuentra? En todas partes y en ninguna, porque la felicidad no es una meta, sino sólo un perfume. ¿A qué huele? Ánimo y adelante.
Iosu Osta