- La fiebre de las series. “El actual momento de éxito de las series de televisión, en contraste con las películas, proviene de «una sensación de hartazgo, de cansancio de lo que estamos viendo en cine… Las series ofrecen algo que el cine ha olvidado hace ya mucho tiempo: un producto inteligente». (Álex de la Iglesia, director de cine)
- En antena: En la parrilla de los canales en abierto triunfan producciones propias como Águila roja, Cuéntame como pasó, Amar en tiempos revueltos (La 1 de TVE); Hispania, Gran Hotel (Antena 3); Tierra de Lobos y Aída (Telecinco) o La Riera (TV3). A los canales de TDT empiezan a llegar otro tipo de producciones que han desatado el fenómeno fan en todo el mundo. Son series de elevado presupuesto, originalidad argumental y una calidad artística que superan en muchos casos al cine. Además, los cineastas de prestigio ya no tienen reparos en trabajar para la televisión, como el caso reciente de Martin Scorsese con Boardwalk Empire.
- Origen: Entre los expertos, muchos señalan a la cadena norteamericana de cable HBO como la chispa de la explosión de numerosas producciones que hoy siguen otros canales y productoras. Se apunta como clave a Los Soprano (1999-2007). Se trataba de una serie con guiones sólidos, poblada por personajes moralmente inaceptables, a los que la audiencia, pese a conocer su maldad, acabó por sentirse próxima. HBO es la artífice también The wire, estrenada en el 2002 y considerada por muchos críticos como la mejor serie que ha pasado nunca por la televisión.
- Hábitos de los telespectadores: Las series crean una adicción que depende «del desarrollo de personajes«. Los hábitos de los espectadores, que ahora buscan estas series por internet cuando no se las ofrecen los canales a los que tienen acceso, “están produciendo un cambio de consumo de proporciones sísmicas. Esto no existe en el cine. Con las series hay tiempo para fijarte en cosas pequeñas y hacerlas evolucionar. Al final, lo que ocurre es que sea lo que sea lo que sucede a los personajes, hay la percepción de que se les conoce y al espectador le importa saber lo que les pasa». (Miguel Salvat, director de Canal+)
- Las claves de esas nuevas series son «la calidad, el guión y el casting, aunque la promoción de la serie es igual de importante… En un momento en que hay una gran cantidad de oferta de contenidos televisivos es mucho más difícil destacar una nueva serie que hace cinco años». (Pilar Jiménez, directora general de Fox Channels España)
- Promoción: Para las promociones, los canales suelen recurrir a prescriptores, gente que hable de la serie y que la haga popular entre sus amigos y conocidos. Puede tratarse de famosos que hablen de la serie, pero también público en general. Las redes sociales, ahora más que nunca, contribuyen a que el mecanismo funcione.
- Adicción: «La adicción a las series se asemeja a la que crea un buen libro: quieres llegar a casa y seguir leyéndolo. Ahora hay un volumen de series estupendas, que es un fenómeno que no se han producido antes. Eso se debe a la contribución inmensa de la televisión de pago de Estados Unidos. Son un producto cien por cien televisivo, no como el cine, consumen una hora de tu tiempo a lo sumo, están pensadas para cortes publicitarios y tienen buenas tramas». (Domingo Corral, director general de Turner en España)
- Dramas serializados: «Las series crean una adicción sana, como también pasa con el cinema y la literatura. Muchas series son grandes relatos que se alargan en el tiempo y, a medida que se avanza, se conoce con más profundidad cada personaje… Las series que más enganchan son los dramas serializados, sobre todo porque no permiten que el espectador se pierda ni un solo episodio y optan por desarrollar arcos argumentales más elaborados, aunque son otras, como House, CSI, El mentalista o Ley y orden, las que, paradójicamente, son más seguidas por el público”. (Pere Solá Gimferrer, bloguero sobre la series Crítico en serie)
Extractado por Herminio Otero
La Vanguardia, 19.11.11
Para hacer
Las series enganchan porque comparten características con algunas adicciones. ¿Cuáles veo? ¿Cuáles me gustan más ¿Por qué?
Series televisivas provocan un refuerzo positivo: dan placer, bienestar inmediato. Y otro refuerzo negativo: se consigue aliviar un malestar con esa actividad. Y un refuerzo intermitente, otro factor adictivo: la rapidez entre la apuesta y la resolución, la inmediatez del premio… En las series la acción y la intriga suben ante cada corte publicitario, cada capítulo termina en ascenso y, si en él se cierra una intriga, se abre otra para el siguiente, varios minifinales se superponen… ¿Lo vivo yo así?
