Plegaria para reconocer a Jesús resucitado
Lectura orante del texto bíblico:
Aparición a María Magdalena (Jn 20,10-18)
Señor, como María Magdalena,
mi corazón está custodiado por montones de demonios:
no siete ni setenta, sino más de setecientos…
Y Tú, erre que erre, sigues expulsándoles y confiando en mí.
Señor, como María Magdalena,
me niego a que la muerte salga vencedora,
a que el fracaso sea la última palabra,
a que el tiempo y el olvido seden mi corazón, desgarrado por tu ausencia.
Señor, como María Magdalena,
con lágrimas en los ojos y dolor en el corazón,
mas con los oídos bien abiertos,
hoy, de tus labios, he escuchado mi nombre y te he reconocido:
En la compañera que viene de lejos.
En el amigo que necesita desahogarse.
En la mujer que limpia las escaleras de mi piso.
En la anciana que vive sola y llama a mi puerta.
En el mendigo que hace guardia a la entrada de la parroquia.
En el enfermo que no quiere compasión, sino, simplemente, compañía.
En el parado que necesita una palabra de ánimo.
En el delincuente que evito cruzarme… por si acaso.
En el hermano que piensa tan diferente a mí.
En…
Señor, como María Magdalena,
mi corazón echa a correr a toda prisa
a comunicar a mis hermanos:
¡He visto al Maestro!
Señor, como María Magdalena,
mi corazón salta de alegría cada vez que de tus labios
-de labios de tus hijos, mis hermanos-
escucho mi nombre y siento que Tú vives en mí.
José María Escudero
