La fiesta de la FE

1 junio 2013

Monición de entrada

Bienvenidos a esta eucaristía, a esta fiesta de la fe. Una fiesta que compartimos todos los miembros de la comunidad educativa del colegio. Estamos aquí reunidos porque Jesús nos ha llamado a seguirle, a ser amigos suyo.

Comenzamos en la entrada del colegio, como símbolo de “la puerta de la fe” que nos lleva a Dios y nos hace partícipes de la Iglesia. Es una puerta que siempre está abierta para nosotros. Vamos a cruzar esta puerta y a anunciar la Palabra de Dios y transformar nuestro corazón.

La fe es la fuerza de la vida. Es un camino que dura toda la vida. Queridos hermanos y hermanas: atravesemos esta puerta y comencemos nuestra eucaristía recordando que somos invitados por el Señor de la Vida a vivir nuestra existencia con un corazón que busca el encuentro con Jesús, que busca una fe auténtica.

Comenzamos esta celebración realizando un camino, como otros realizaron el camino antes que nosotros. Vamos andando por el camino de la fe que nos lleva a la vida auténtica y verdadera, la vida en abundancia que nos ofrece Jesús resucitado.

Oración de los fieles

  1. Te pedimos por la Iglesia, por todos los que la formamos y especialmente por el Papa Francisco y los obispos, para que vivamos movidos por un auténtico amor a Ti y a los hermanos y hermanas. Roguemos al Señor.
  2. Jesús, te pedimos que nos ayudes a vivir desde la fe y con la confianza puesta siempre en ti. Roguemos al Señor.
  3. Te pedimos por todas las personas que pones en el camino de nuestra vida. Que sepamos agradecerte lo mucho que los otros hacen por nosotros. Roguemos al Señor.
  4. Jesús, ayúdanos a estar siempre cerca de Ti, que nos acerquemos al “pozo” del que brota tu mensaje de amor y de paz y lo hagamos presente en nuestra vida. Roguemos al Señor.
  5. Te pedimos, Señor, que desde la fe y con entrañas de misericordia, seamos capaces de compartir nuestra vida, nuestro tiempo y nuestros recursos con quienes tienen menos que nosotros. Roguemos al Señor.
  6. Te pedimos por todos los miembros de la comunidad educativa, por los alumnos, las familias, los profesores, el personal de administración y servicios y la comunidad religiosa, para que crezcamos en la fe y en la caridad, y formemos una familia. Roguemos al Señor.

Ofertorio

Jesús hoy, te presentamos unos símbolos de la fe. Con ellos queremos dar testimonio de la importancia de la fe en nuestra vida y el deseo de seguir tu camino.

Te ofrecemos una puerta, la puerta de la fe que nos lleva hasta Ti. Atravesamos esta fe el día que nos bautizaron y queremos recorrer el camino de la fe durante toda nuestra vida, reconociendo tu presencia.

Te ofrecemos el agua, el agua del pozo, que como a la samaritana nos da vida y nos invita a creer en Ti y seguirte.  Una vida auténtica y verdadera, una vida en abundancia que es  la que nos ofreces y regalas.

Te presentamos también la sal y la luz ofreciéndote nuestro deseo de ser sal y luz para un mundo a veces tan lleno de tinieblas.

Por último te presentamos el pan y el vino, el símbolo del encuentro total contigo, el regalo que nos dejaste. Con ellos te ofrecemos nuestra vida, con sus fortalezas y debilidades, para que sean semilla de fe y esperanza.

Acción de gracias

  1. Gracias, Señor, porque nos has dado la vida para que seamos felices y hagamos felices a los demás.
  2. Gracias, Señor, por el regalo de la fe que nos ayuda en nuestra vida, especialmente cuando nos falta la alegría y la esperanza.
  3. Gracias, Señor, porque hoy nos has reunido en una comunidad de fe que queremos seguirte y transformar nuestros corazones.
  4. Gracias, Señor, por todas las personas que pones en el camino de nuestra vida, especialmente nuestras familias.
  5. Gracias, Señor, porque cuando tenemos problemas y dificultades nos ayudas a superarlos.
  6. Gracias, Señor, por todo lo que tenemos y a veces no valoramos. Gracias, Señor,

Gesto final

El que preside o alguien de la comunidad educativa dice las siguientes palabras:

–Jesús nos dijo que cada uno de nosotros éramos sal y luz en la vida. La fe nos ayuda a serlo. Por eso, no podemos guardarlo para nosotros, sino que debemos compartirlo. Como recuerdo de esta celebración de la fe os vamos a entregar un marca páginas con una frase “Con el corazón se cree y con los labios se profesa” (Rm 10,10), para que llevemos fuera lo que vive en nuestro corazón.

 Belén B. Rubio

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