Es la generación que frisa ahora los 30. La denominación surge en Italia a raíz de una película con dicho título y remite a lo que sería el «síndrome del eterno adolescente», o de los adolescentes y jóvenes que –a semejanza de Peter Pan– se niegan a crecer. Nos sirve aquí para hacer un análisis de actitudes, sentimientos y comportamientos.
- Si tuvieras un trabajo estable, irías a vivir solo
B No estoy seguro/a de querer renunciar a las comodidades de vivir con mis padres.
A Sí, inmediatamente y para comenzar mi propia vida.
C No, no hay motivo; con mis padres tengo mi cuarto
- ¿Sabes cocinar, lavar y limpiar la casa?
C No, y no me interesa saber esas cosas.
A Sí, obviamente, hay que saber hacer todo eso.
B Un poco, pero no me pongo a hacerlo.
- ¿Cuántas veces sales a divertirte a la semana?
A Una vez.
B Tres veces.
C Más de tres veces a la semana.
- Una relación sentimental estable…
C No va conmigo; prefiero cambiar.
A Es mi objetivo cuando inicio una historia.
B No creo que todavía sea el momento para ello.
- ¿A qué años comienza la edad adulta?
B A los 30 años.
A A los 18 años.
C Cuando se tienen más de 30.
- ¿Qué relación has construido con tus padres?
A Todo está basado sobre el diálogo, el respeto, el amor y la confianza.
B Tranquila, hasta que no se meten con mi vida privada.
C Un tormento; prácticamente existe un continuo enfrentamiento.
- Para una ocasión importante, ¿qué te pones?
B Algo clásico y sobrio, pero no de «mayor».
C Informal y a la moda.
A Busco el equilibrio entre elegancia y moda.
- ¿Qué quieres ser de mayor?
A He alcanzado ya la meta que me había propuesto.
B Me estoy preparando para grandes cosas.
C Todavía no he tomado ninguna decisión.
- ¿Te gusta el mundo en que vives?
B Podría hacer algo más para que fuera mejor.
A No es perfecto y busco mejorar lo que me rodea.
C Sí, me gusta; al fin y al cabo, funciona.
- ¿Con qué frecuencia actúas por «impulsos»?
B De vez en cuando, cuando me sorprenden los acontecimientos.
A Raramente, pues busco actuar con cabeza.
C Frecuentemente, para disfrutar intensamente de las emociones.
Corrección e Interpretación
- Mayoría de A: Más allá del «último beso»
No te dejas llevar del «síndrome del eterno adolescente» y has escogido crecer y vivir la vida plenamente. No tienes miedo de la responsabilidad que ello comporta y eliges aceptando el riesgo que ello comporta, negándote a vivir cada día sin metas y sólo impulsado por deseos o sentimientos impulsivos. Sigue por ese camino, sin lamentar las seguridades perdidas y sintiendo curiosidad ante las sorpresas que trae la vida.
- Mayoría de B: Un salto difícil
Eres consciente de asumir, a veces, actitudes inadecuadas y fuera de lugar, por ser un tanto infantiles. Lo haces, sobre todo, cuando no quieres asumir la responsabilidad y cuando ir haciéndote mayor te resulta insoportable. Hacerse adulto también implica renunciar a las comodidades del hijo para prepararse a ser padre, compañero, persona adulta. Es importante no tener miedo de dejar una fase de la vida para iniciar otra que, sin duda, también será fantástica.
- Mayoría de C: «Adolescente forever»
Eres otro Peter Pan. No quieres llegar a ser adulto, aunque ya tienes años para irlo siendo. Vives suspendido en un tiempo irreal, como si te faltase el coraje para afrontar la verdadera vida. Prefieres seguir siendo adolescente, cuidado por tus padres. Hoy por hoy, resulta, dada la sociedad en que vivimos; pero cuando pasen los años tendrás que pagar los años perdidos a la ligera, llenos de emociones que, sin embargo, apenas te servirán para nada.
M.T. Brot, «Dimensioni Nuove» 8(2001), 28
