- Hay pocos programas adecuados para niños. Sin duda los programas para niños en estos momentos son poco rentables porque al público infantil lo fidelizan en los programas de adultos. Algunas cadenas, como La 1 con Los Lunis, han hecho esfuerzos. Pero es difícil programar para un segmento de la población que cada vez más demanda programas de adultos. En cualquier caso hay muy pocos programas adecuados para los niños.
- Hay programas en apariencia infantiles pero que no lo son. Por ejemplo, Los Simpsonconstituyen una crítica muy mordaz a la sociedad norteamericana, donde se reflejan unos modelos de padres que no son apropiados para los niños. Ellos no captan los dobles sentidos y se quedan solamente con esa figura de padre que en muchos casos es un contravalor para ellos.
- El código de autorregulación no se cumple. En cualquier cadena pueden verse programas de realismo social, los llamados “reality shows”, donde aparecen personas que dan salida a sus sentimientos y emociones más fuertes en el mismo plató. Los niños ven todo esto, pero no se les enseña a canalizar esos sentimientos. En las teleseries, que están muy de moda y son vistas por los más pequeños, tampoco se ofrecen modelos adecuados para la mentalidad infantil. Estos programas tienen efectos cognitivos, emotivos y comportamentales que condicionan las conductas de los niños porque estos se identifican con los personajes y toman información para comportarse como ellos en determinadas situaciones.
- Los programas especialmente nocivos para los más pequeños son los“reality shows” porque recrean cómo siente la gente en imágenes en directo. Esto es especialmente atractivo para los niños, que quieren apropiarse de los modelos de adultos.
- Las pautas de comportamiento a la hora de ver la tele: Hay niños que tienen acceso a cualquier programa… El 39%, es decir, más de 1 de cada 3 niños tiene en su propio dormitorio la televisión. Así ven la tele sin ningún tipo de mediación de los padres. Ven series como South Park, que es transgresiva, mordaz, sexista… y está entre los 10 programas más vistos por ellos.
- Hay unas consecuencias muy graves en la socialización de los niños: el botellón a edades tempranas, la afición a los móviles, ver programas de adultos, ir a discotecas antes de tiempo, ponerse ropa que no corresponde a su edad, las niñas que se pintan a los 11 años. Todo son manifestaciones de una misma realidad. Estamos asistiendo a algo muy problemático: la reducción de la infancia.
- La televisión influye en la reducción de la infancia porque en los programas se reflejan constantemente modelos adultos que no están pensados para explicar a los niños lo que cabe esperar de la conducta adulta cuando lleguen a mayores, sino para dar fuerza a un guión. Los niños que salen en las teleseries actúan como si ya fueran adultos. Las marcas de moda infantil diseñan ropa que les hace parecer modelos en miniatura… Tenemos una infancia reducida y no protegida.
- Los niños españoles entre 7 y 14 años ven la tele más de tres horas al día. Algunos incluso llegan a las cinco horas. Los más adictos a la televisión presentan conductas más asociales y agresivas y se sienten más infelices. No tienen empatía y pueden llegar a pensar que la agresión es una forma de solucionar problemas o conflictos.
- Los peores valores que transmite nuestra tele a los niños: La presentación de la acción violenta como algo eficaz para resolver situaciones o para conseguir objetivos. Eso es muy dañino. También los modelos sexistas, que aparecen con mucha fuerza especialmente en los anuncios. Además los niños que más ven la tele, menos captan el sentido de venta que tiene la publicidad y por tanto se la creen más.
Petra María Pérez Alonso-Geta, catedrática
de Antropología de la Educación en la Universidad de Valencia
(Extractó: Herminio Otero)