Partido… por goleada

1 enero 1997

[vc_row][vc_column][vc_column_text]-  Objetivo: Presentar de una manera lúdica y festiva los desequilibrios. fundamentalmente económicos, que hemos propiciado los seres humanos entre diversos grupos culturales del planeta, incluso muy cerca de noso­tros.

 Acción: Se trata de un partido de fútbol-sala que enfrenza a dos grupos humanos, simbolizados en NORTE y SUR. Intervienen en ambos equipos tanto chicos como chicas. Por ejemplo en cada equipo 3 chicos y 3 chi­cas. Seis contra seis. También interviene un/a árbitro/a con una indumentaria diferente.

– Ambientación: En un gran marcador de cartulina, papel o una pizarra se escribe (con tiza): NORTE encima, con letras grandes y hermosas, con un espacio para el número de goles (o para ir borrando y escribiendo). Y abajo SUR, con una rotulación pésima y pobre, también con espacio -Menos- para el número de goles.

– Desarrollo:

  • El partido comienza como un partido normal. Así durante 10 minutos (nosotros nos movemos en el marco de un recreo de 30 m.; pero debe ser más tiempo si se dispone de él).
  • Pero, poco a poco COMIENZAN LAS DIFERENCIAS:

– Ellla árbitro/a va a representar al Fondo Monetario Internacional (se puede poner una gorra que lleve esas iniciales, FMI). Y va a empezar a no ser justo. Se volcará en pitar las faltas a favor del Norte, Los del Sur se quejarán al principio muy fuertemente. Progresivamente irá decayendo su ansiedad ante la injusticia y reite­ración de las faltas (desaliento, indiferencia, «así es», ¿qué le vamos a hacer?»…).

– Anteriormente habremos recopilado diversos elementos y rotulados diversas frases en papel (con letras grandes y mayúsculas) en dos grandes cartelones:

 

ENFERMEDADES                SIN LIBROS

HAMBRE                NO COLEGIOS

SEQUÍA                  CASAS DE ARCILLA

      VACUNAS                           COLEGIOS, INSTITUTOS

SOBRAN ALIMENTOS                    UNIVERSIDADES

RÍOS, PANTANOS                 EDIFICIOS INTELIGENTES

BIBLIOTECAS

 

 

 

 

 

 

También se irán poniendo elementos que impidan jugar a los del Sur: pañuelos en los ojos, atar las piernas de dos del equipo del Sur, descalzar a los del Sur y entregar sus zapatillas a los del Norte, que hacen co­mercio con las indumentarias de los del Sur.

– Asisten al espectáculo gobiernos invitados (sentados en sillas en el centro de la bandas y aplauden los ca­da vez más numerosos goles del Norte al Sur.

Hay reporteros gráficos, simulacros de televisión, turistas, que, comienzan a invadir el ,campo del Sur (vie­nen del Norte), tomándose fotos con los debilitados del Sur.

  • Un «espontáneo» sale del Sur e invita a todos a compartir la pelota. inicialmente los del Norte, se oponen ro­tundamente e insultan y empujan fuera del campo de fútbol a esa persona. Pero el espontáneo vuelve una y otra vez, no se desalienta. Poco a poco en vez de jugar unos CONTRA otros, empiezan a pasarse la pelota y jugar JUNTOS.
  • El espontáneo comienza a pasar la pelota con la mano para que no caiga (voleibol conjuntado). Pasa la pelo­ta también a los espectadores. «¡Que no caiga la pelota!»
  • Los espectadores podrán ir invadiendo el terreno de juego (dejar de ser «espectadores») y participar en el jue­go. Se pueden añadir más pelotas para propiciar que intervengan más personas; incluir globos inflados. Se termina jugando juntos para evitar que los globos, las pelotas caigan al suelo. Final de fiesta y de un sano jol­gorio.

 

 Evaluación

Pasado un tiempo se debería invitar a los jóvenes participantes o espectadores (si no se ha logrado involucrar­les) a que repiensen la actividad. Se podría hacer a continuación, en los próximos días, o en cualquier momento oportuno. Si existe masificación (ambiente escolar de recreo) no se hará en el lugar ni inmediatamente para evitar que pase como un juego que no me afecta. Es mejor el ámbito de pequeño o mediano grupo, para mover a parti­cipar, hablar, estar de acuerdo o desacuerdo, etc.

Lo bueno sería llegar a estas o parecidas conclusiones:

– Todos somos iguales al principio. Las desigualdades son fruto de nuestras injustas relaciones.

– Existen muchos tipos de «poderes» que afianzan esas desigualdades. Nosotros colaboramos con las desi­gualdades con varias actitudes: insolidaridad, indiferencia..

– De un juego competitivo, hemos ido pasando a un juego participativo: Un nuevo mundo. Es posible vivir y convivir de otra manera a la acostumbrada.

 

 

Esteban Díaz

Guadix

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