Was tun, wenn’s brennt? (2001) Dirección: Gregor Schnitzler. Guión: Stefan Dähnert y Anne Wild.
«Hubo siempre un desnivel, en las luchas obreras, entre el vigor de la acción y las reivindicaciones iniciales. Pero puede suceder que el éxito de la acción, el dinamismo del movimiento, llegue a modificar en la marcha la naturaleza de las reivindicaciones. Una huelga desencadenada para lograr conquistas parciales puede transformarse en un movimiento insurreccional.
Los obreros lograrán el cumplimiento de cierto número de reivindicaciones materiales, al mismo tiempo que importantes reformas tendrán lugar en la Universidad por obra de las tendencias moderadas del movimiento estudiantil y de los profesores. No serán las reformas radicales a las que aspiramos, pero de todos modos tendremos cierto peso: presentaremos propuestas precisas, y sin duda algunas serán aceptadas porque no se atreverán a negarnos todo. De seguro será un progreso, pero nada fundamental habrá cambiado, por lo que continuaremos cuestionando el sistema en su conjunto. De todas maneras, no creo que la revolución sea posible de un día para otro. Creo que sólo será posible obtener mejoras sucesivas, más o menos importantes, pero estas mejoras no podrán ser impuestas sino por acciones revolucionarias.» (Daniel Cohn-Bendit)
Las palabras del líder estudiantil nos retrotraen a los famosos movimientos estudiantiles de mayo de 1968. Las imágenes de París encontraban eco en otros países y, a pesar de las decepciones, siguieron resonando, especialmente en Alemania, en los años posteriores.
El comienzo de la película nos sumerge en el torbellino revolucionario: manifestaciones, gritos, carreras, enfrentamientos de estudiantes y de policías. La pregunta recogida en el título encuentra una respuesta radical: ¿Qué hacer en caso de incendio? Dejar que arda.
El grupo de amigos se deshace con el transcurso del tiempo. Cada uno toma una dirección propia. Algunos permanecen anclados en los mismos objetivos y en la misma forma de vida. Otros se dedican a lo que rechazaran entonces. Cuando todo parece perdido irremediablemente, el problema común los vuelve a reunir. Una bomba abandonada en la residencia de Grünewaldestalla. ¿Qué hacer ante la investigación que puede acabar con las nuevas oportunidades?
Augusto Fernández
Pistas para la reflexión
- Después de la lectura del texto de Daniel Cohn-Bendit, se puede intentar comprender qué movía a los jóvenes más radicales de la época. ¿Qué sugiere? ¿Qué acciones promueve? ¿Lograron lo que se proponían? ¿Tiene algo que ver ese ambiente con el que conocemos actualmente? ¿Merece la pena implicarse en las actividades políticas o es preferible permanecer al margen?
- Algunas de las pintadas del Mayo Francés se hicieron famosas en todo el mundo:
- «Tomemos en serio la revolución, pero no nos tomemos en serio a nosotros mismos.»
- «Pensar juntos, no. Empujar juntos, sí.»
- «La emancipación del hombre será total o no será.»
- «La novedad es revolucionaria, la verdad también.»
- «Queremos las estructuras al servicio del hombre y no al hombre al servicio de las estructuras. Queremos tener el placer de vivir y nunca más el mal de vivir.»»¡La pasión de la destrucción! Es una alegría creadora. (Bakunin)»
- «No puede volver a dormir tranquilo aquel que una vez abrió los ojos.»
- «Sean realistas: pidan lo imposible»
¿Cuál de estos graffiti de la época se ajusta mejor a la película? ¿Cuál, peor? ¿Y a la realidad? ¿Por qué? ¿Con cuál nos quedamos?
- ¿Cómo son inicialmente los protagonistas Tim, Hotte, Maik, Nele, Flo y Terror? ¿Cómo cambian después? ¿Y las relaciones entre ellos? ¿Es posible mantener las ideas y el modo de vivir a lo largo del tiempo?
- Ante el problema común, surge la necesidad de colaborar y de superar incomprensiones y rencillas. ¿Cómo se refleja en la película? ¿Quiénes adoptan una actitud más positiva? ¿Y los más negativos? ¿Qué nuevos valores los mueven? ¿Qué nuevas posibilidades se abren?
- Si nos preguntaran qué hacer en caso de incendio, ¿qué responderíamos?
