Quédate con lo positivo

1 octubre 2002

Bajo ese mismo título presentaba Llum Quiñonero en el Magazine de El Mundo (21.06.02) algunas claves para no quedarse sólo con lo negativo cuando somos objeto de crítica. En esos momentos respondemos con ansiedad y a la defensiva. Ante una queja o una amenaza, el sistema nervioso tiende a asumir lo peor, lo que trae descon­fianza, cinismo y doble lenguaje… Conocer estas claves puede ayudar a educadores y jóvenes en las tareas educativas y pastorales y en la propia vida… Las claves dicen así:

«Somos unos genios en inspeccionar nuestras pequeñas imperfecciones y en magnificarlas», afirmaRobert K. Coo­per, autor de El otro 90%. La pauta in­consciente del cerebro -señala- es que­darse atrapado en lo superficial, las irri­taciones y lo negativo. Hace millones de años, debido a los constantes peligros que amenazaban la vida, era fundamen­tal que los humanos se alertaran ante los mensajes negativos. Claro que, en el mundo de hoy, esta arcaica reacción tiende a complicarnos las cosas. SegúnRobert K. Cooper, es más sencillo fijar la atención en nuestros fallos que en mejo­rar aquello que hacemos bien. «Sin em­bargo -afirma-, nuestros puntos flojos no rebelan demasiado sobre nuestros ma­yores atributos, aquellos que tenemos que cultivar y defender a diario en lugar de permitir que se marchiten, mientras necesitamos corregir nuestros defectos».

Si alguien nos hace una crítica, la res­puesta inmediata es: ¡atención!, ¡peligro! Nos ponemos nerviosos, respondemos con ansiedad y a la defensiva. Por eso, cuando al cabo de la jornada algo ha sa­lido mal, todo lo demás -que ha salido bien- tiende a convertirse en invisible.

Ante una queja, el sistema nervioso tien­de a asumir lo peor. Y ello nos conduce a la desconfianza, al cinismo, al doble len­guaje.

¿Cómo afrontar un día difícil, una si­tuación conflictiva? «Decir todo va bien cuando hay problemas no engaña a nadie, mengua la colaboración y ahoga el crecimiento», asegura Robert K. Coo­per. «Frente a la confusión, claridad». Para salir bien parado de una situación adversa, sustituya las suposiciones por preguntas. Escuche atentamente y co­muníquese con cautela hasta que tenga claro lo que los otros sienten. Pregunte lo que desee saber y anime a los demás a hacer lo mismo. Observe y aprenda. «La claridad fomentará la confianza. Prefiera la verdad a la armonía, a largo plazo -in­siste Cooper- este esfuerzo hacia la ho­nestidad le ahorrará tiempo y le ayuda­rá a dirigir sus energías».

¿Verdad que también todo estopuede servirnos a educadores y jóvenes en nuestro camino?.

CUADERNO JOVEN

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