Soñando con la isla del tesoro

1 octubre 2000

Oh Espíritu santo,

brújula invisible de nuestros viajes interiores,

guíanos por el mar de nuestros deseos

hacia el único tesoro

para el que hemos sido creados:

la plenitud de la rida en Dios.

Oh espíritu santo,

purifica nuestras ansias de atesorar baratijas,

despeja nuestros caminos,

unifica nuestra pobre vida

tantas veces dispersa,

en esa búsqueda desesperada

de la Perla del Amor

Oh Espíritu Santo.

guía nuestra carrera  hacia el tesoro

tan cercano ,y a la vez tan escondido.

Simplifícanos.Aligéranos

Concédenos el silencio de la oración,

pues sólo en el santuario de nuestro corazón

hemos de cavar

para encontrar la Perla del Amor

 

 

¡Todos seguimos siendo niños

fascinados por alguna búsqueda del tesoro!

En cada edad de la vida,

ese tesoro adopta un rostro diferente:

el del sueño de aprobar un examen,

acabar una carrera o conseguir un ascenso;

el rostro de la suerte o de la notoriedad;

el rostro de una persona

de la que uno se enamora locamente..

Todos corremos tras un tesoro,

todos buscamos razones para rivir y esperar

¡todos seguimos siendo niños

que sueñan con la isla del tesoro!

El tesoro de lafortuna,el de la salud,

el de la gloria, el de la amistad­

Mil y una facetas de una perla preciosa:

la perla de la felicidad.

Pero ese sueño de una dicha inacabable,

Ese deseo insaciable de ser felices,

¿no lo has puesto Tú mismo ,señor.

En nuestro corazón?

 

 

PARA TRABAJAR Y ORAR

1.Sobre la mesa de reunión puede haber una brújula y un dibujo con un mapa de «La isla del Tesoro». Dejar hablar a los símbolos. Leer y comentar después el texto.

2.Meditar algunos de los textos bíblicos sueridos en la lectura: 2Cor 4,7; Mt 6,19-21; 7,6; 13,44-46;19,16-22; Mc 12,41-44.

3.¿Qué sueños has realizado ya en tu vida? ¿Se te ha «secado el pozo de los deseos»? ¿Te queda algún gran sueño por realizar? ¿Qué lugar ocupa Dios en tu «Isla del Tesoro»?

4.Hay personas a las que el hambre o la soledad… no les  permite soñar más que con un trozo de pan y un amigo. ¿Conoces alguna? ¿No podías tú hacer realidad esos sueños?

5.¿Qué desea Dios de ti? ¿Cómo vas a saciar los deseos que Dios tiene sobre tu persona?

6. Rezar la invocación al Espíritu que trae el texto.

 

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