Un árbol para aterrizar

1 diciembre 1997

[vc_row][vc_column][vc_column_text]La imagen

– Esta imagen proviene de la publicidad: en las navida­des de 1996 anunciaba «Viajes Marsans» y «Vie Via­jes». Le acompañaba una frase: «Les deseamos que nuestra estrella viajera ilumine su hogar esta Navi­dad». Lo peor en el fondo que desean es que la gen­te salga… de vacaciones.

– Al margen de este origen, se puede comenzar ha­blando de lo que sugiera. Hay algunas referencias claras: el árbol, el árbol de Navidad, el árbol de Navi­dad en un tiesto… Y otras referencias denotadas: el viaje, desfile de aviones, escuadrillas, noche de estre­llas, la luz, etc.

– Inicialmente se puede presentar al grupo y decir: «Es­ta es mi felicitación de Navidad de este año. Feliz Na­vidad». Seguir los comentarios e ir respondiendo a las preguntas o cuestiones que formulen recondu­ciendo hacia algunas de las propuestas que se hacen a continuación.

 

El árbol de Navidad

– La imagen alude claramente al árbol de Navidad. O sea: a un árbol. Pero este árbol no tiene tronco ni ra­mas, ni raíces (no caben en un pequeño tiesto…). Se supone que están en continuo movimiento. Y van uniformados… En cualquier momento se pueden desmoronar… Comparar todo eso con la vivencia ac­tual de la Navidad.

– Por ejemplo: La imagen y la forma del árbol se crea a partir de objetos (aviones). ¿Cómo son esos aviones? Todos iguales y todos van en la misma dirección. A todos se nos invita a hacer lo mismo en Navidad: consumir, comprar, viajar, disfrutar.

– Más: El avión pasa a ser el símbolo-principal de la Navidad. Y el objetivo: viajar, salir, marchar…, frente a la tradición de encontrarse (con uno mismo y con los demás, especialmente familiares).

– Y más: como el avión, se nos invita a pasar rápido de un sitio a otro, sin disfrutar del viaje, sin el placer del encuentro.

– Es un viaje hacia adentro: la casa, el hogar, la fami­lia… Recordar la frase del anuncio señalada al princi­pio: «Les deseamos que nuestra estrella viajera ilumi­ne su hogar esta Navidad». Y el árbol se coloca en casa.

 

Una estrella viajera

 

– El árbol culmina en una estrella: luz en la noche. Por quienes están más iluminados son los aviones, que ahí hacen de regalo («Regálate un buen viaje…’).

– La estrella no lleva cola. (Aquí no es un cometa). De otra forma: se ha ocultado la dirección que señala la cola porque ya hemos llegado al lugar definitivo. Centrase en esto: «Nuestro destino es el lugar en que estamos». O también: «Nuestro camino no es nuestro destino»: podemos cambiar y no somos lo que hace­rnos. Y a la vez: «Nuestra meta es el camino…»

– La estrella se detiene en un sitio: Necesidad de aterri­zar. ¿Cómo aterrizamos nosotros en nuestro ambiente? – Compararse cada uno con una estrella. Después es­cribir un breve relato titulado «La estrella viajera».

 

 

El avión mensajero

– Trabajar con el símbolo del avión y el árbol de Navi­dad relacionándolo con algunos de los rituales que se realizan en la Navidad. Sugerimos algunas ideas concretas.

– Preparar aviones con papeles de periódico y colgar­los en un pequeño árbol. El papel con el que se ela­bora el avión ha de contener una noticia interesante (mensaje del mundo para los cristianos, una noticia cristiana, una noticia que hace al mundo menos hu­mano…). Después se lanzan esos aviones a los asis­tentes. Cada uno o entre todos han de concretar ac­ciones y actuaciones concretas para contrarrestar eso, poner en práctica el mensaje.

– A raíz e imitación de esa imagen, preparar diversos árboles de navidad especiales. Por ejemplo, árboles dibujados a modo de tarjetas de felicitación. Para ello recortar de las revistas diversos objetos (en esta épo­ca abundan muchos en los anuncios de publicidad) o dibujarlos:

.   Un árbol personal: un árbol realizado con quince o más objetos que digan algo de cada uno.

.   Árbol para mis padres (o para …[concretar nombres y personas]): Lo mismo, pero con objetos que pue­dan ser sugerentes para ellos, o que les reflejen.

.   El árbol de Navidad cristiano: con símbolos que re­presenten la Navidad. Comentar después los di­versos árboles.

.   El árbol de Navidad de los viejos: escuchar deteni­damente a alguna persona de edad (abuelo, gente en la residencia…) intentando sacar algunos obje­tos que fueron importantes para ellos en la infan­cia; en su juventud o madurez… Regalarles des­pués el árbol con esos objetos.

.   Anagrama para la Operación Kilo: Preparar el ana­grama de la convocatoria en forma de árbol con los objetos que se piden.

– Llevar objetos concretos y colgarlos en un árbol. Pueden haberse llevado antes: cada uno lleva uno. Estarán metidos en cajas de modo que no se vean. A cada objeto le acompañan unas preguntas, o mensa­jes, o frases del Evangelio… Cada uno elige un pa­quete, o desenvuelve y concreta diversas acciones a partir del objeto que le corresponde usándolo como símbolo: en qué se parece a él, cómo puede emple­arlo y para qué.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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