Abril huele a pascua de resurrección, y muchos de nuestros destinatarios y destinatarias tiene un catarro sociológico impresionante que les impide gozar de este tiempo fuerte en la vida de las comunidades cristianas.
No es cuestión de lamentaciones, de análisis sociológicos, de echar balones fuera, de culpar al superior de turno…, sino de dar pequeños pasos para disfrutar de una vivencia cristiana viva y que contagia vida.
Origen
La idea de este mes se la debemos al EDLG (Equipo de Dinamización da Lingua Galega) de nuestro centro educativo de Ourense.
- Para que no se pierdan raíces, para que se valore, para escucharlo también en la casa…, este equipo, cuando celebra A xornada da Lengua, proponen al alumnado de Infantil y primer ciclo de Primaria que lleven un cuento a su casa.
- El cuento va rotando por todos los compas de la clase, con el compromiso que los papás y/o mamás se lo lean al acostarse y, si se animan, escriban la experiencia en un bloc que se adjunta.
- El cuento se lleva al colegio al día siguiente y se pasa a otro compañero. Y así durante un mes o mes y medio…, dependiendo del número de estudiantes de la clase.
- Lógicamente el cuento está en la lengua de Rosalía. Y así, sin querer, van consiguiendo normalizar una lengua que necesita de empujones para sobrevivir en este mundo globalizado que, sin querer, va olvidando raíces y dejando al margen lo menos productivo y útil.
Aplicación: tiempo de Navidad y de Pascua
Todo lo anterior lo vivimos también, desde otra óptica, los del equipo educativo-pastoral de nuestro centro educativo. No hablamos de idiomas, que también, hablamos de cristianismo, de vivencias que parecen poco modernas, poco útiles, de tradiciones que parece que no dicen nada a nuestros destinatarios de este maravilloso siglo XXI… Y nos dijimos: ¿Por qué no hacer lo mismo que el EDLG y ofrecer álbumes, cuentos… en los dos tiempos litúrgicos más importantes para los cristianos: la Navidad y la Pascua?
El objetivo es claro: hacer presente en las casas de nuestros estudiantes más pequeños estos tiempos fuertes de modo que sea una excusa para hablar, preguntar, conversar, explicar…o incluso investigar (los papás y mamás que no lo saben de todo y, de nuestro viejo cristianismo, cada vez menos) en el poderoso google.
La metodología es como la del EDLG.
- Primero, el equipo educativo-pastoral propone la idea a los equipos docentes de las etapas de Infantil y primer ciclo de Primaria, y nos vamos de excursión a una buena librería o biblioteca especializada en esas edades (¡ojo!, no tiene que ser necesariamente una librería religiosa) y buscamos algún libro que ya conocemos, que nos llama la atención…
- Entre el equipo educativo-pastoral y los profes de esas etapas vamos eligiendo un librocuento para 3, 4, 5, 6 y 7 años. Tantos lógicamente como aulas haya en el centro. En nuestro caso tres libros iguales para 3 años, otros tres para 4 años…
- Compramos un cuaderno bonito para esas edades (sic) y una mochilita. En ella irá el cuento –grande– con poca letra y mucha ilustración, el cuaderno que en su contraportada explica breve y sencillamente la actividad, un boli atado artesanalmente a la espiral del cuaderno y… asunto resuelto.
- Lo más fácil: motivar en estas edades: el profe o la profe tiene recursos más que suficientes para convencer al que escribe a que lea ese cuento. Y, animados los peques, los papás y mamás ya están superanimados (¡Qué remedio les queda! es broma, eh). Y manos a la obra…
- Lo grandioso, maravilloso, sorpresivo… es releer el cuaderno con los comentarios (y alguna crítica) –e incluso dibujos– de los papás y mamás.
Esto nos anima a seguir metiendo a hurtadillas la auténtica Navidad y Pascua en muchas casas de nuestra ciudad. ¡Feliz Pascua de resurrección!
Xulio C. Iglesias