Un DOMUND más cercano a la escuela

1 octubre 2010

La campaña más significativa de la Iglesia católica en referencia a la evangelización de los pueblos es sin lugar a dudas el DOMUND, el domingo mundial de las misiones. Aunque el propio día de la celebración es el penúltimo domingo de octubre, en los centros educativos se celebra durante una semana, una quincena o incluso todo el mes de octubre, que es denominado por la iglesia católica como “octubre misionero”.

Lógicamente la campaña del DOMUND es eminentemente parroquial y, desde otros ambientes educativos, tenemos (y debemos) adaptar a nuestros destinatarios y nuestro estilo educativo los recursos que se ofrecen desde las Obras Misionales Pontificias (OMP). Desde esta clave presentamos una serie de propuestas sencillas que se pueden realizar en los colegios y centros educativos.

Un cartel renovado

  • El cartel del DOMUND a veces no es llamativo ni significativo para ciertas edades y ambientes. De ahí que nuestra propuesta es seguir el método de los carteles de Manos Unidas y realizar un concurso interno de carteles en las clases de Plástica, por ejemplo, o abierto a toda la comunidad educativa, en que se propone un diseño nuevo del cartel. Lógicamente damos el lema del año o, si los destinatarios son pequeños, hacemos una sencilla adaptación, al estilo del lema de la Infancia Misionera del propio año, DOMINF, que se celebra el cuarto domingo del mes de enero.
  • Con el cartel propio de OMP y el seleccionado, inundamos nuestro centro y los utilizamos en la motivación de estas jornadas.
  • También se puede realizar una sencilla exposición con los carteles finalistas o, si es posible, con todos los participantes, Esta exposición se integra en las actividades de sensibilización del DOMUND de nuestro centro.

Tutorías adaptadas al mundo escolar

  • El equipo de pastoral diseña nuevos recursos y materiales para trabajar desde la escuela esta campaña. Lo hace con creatividad y rigor a partir de la idea central del DOMUND de cada curso.
  • Serán materiales más educativo-pastorales que catequéticos, pues nuestros destinatarios (en teoría) son más diversos y con distintos niveles de vivencia cristiana que los participantes en una catequesis parroquial.
  • Además trataremos de vincular estos materiales a las distintas áreas del currículum para que durante todo el curso se pueda volver a lo reflexionado (“hacer eco”) y que no quede “colgando” como una simple propuesta del mes de octubre de los católicos (sic).

Una recaudación económica no anónima

  • El “sobre de DOMUND” en ciertos ambientes todavía se utiliza y da resultado… pero en ambientes en que la desconfianza va ganando terreno, de querer saber a dónde va mi dinero, de tener información de lo que se realiza con él (aunque sea, como sabemos, muy poco lo que aportamos) nos obliga a ser mucho más claros y concretos. De ahí que, en algunos centros, pidamos ayuda económica paraminiobjetivos en tierras de misión concretos con nombres y apellidos, de modo que nos pueda llegar información gráfica y escrita durante el curso de lo que se realiza allí.
  • Y si logramos que la aportación económica dure durante todo el curso escolar –con un euro al mes, por ejemplo–, estamos consiguiendo que el espíritu de la solidaridad y el recuerdo activo a nuestros misioneros y misioneras esté presente todo el curso.

Unos testimonios más diversificados

  • Que un misionero visite nuestro centro y nos contagie con su frescura y compromiso está genial. Pero podemos dar otros pasos: realizar mesas informativas en las que, al lado del misionero, está presente esa madre o padre de familia que ha estado en países de misión, o con esa joven que un mes (sí, solo un mes de su verano… pero de “sus vacaciones”) ha vivido una experiencia que quiere transmitir a todos.
  • El objetivo es mostrar distintos modelos que compromiso con las misiones que pueda enganchar a los destinatarios.

Seguro que entre todos seriamos capaces de llenar varias páginas con pequeñas propuestas que estamos ya realizando y que lo único que intentan conseguir es que la “buena nueva” sea realmente buena nueva para todos nosotros y nos contagie en nuestra vivencia cristiana.

Que la confrontación con las fronteras misioneras nos ayuden a traer su espíritu a nuestras tierras y misión.

Xulio C. Iglesias

xuliocib@hotmail.com

 

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