[vc_row][vc_column][vc_column_text]El pasado 29 de junio 5 jóvenes de la ONG Vols junto a 2 acompañantes de la ONG iniciamos el voluntariado en el Hogar Lerchundi un centro situado en Tánger (Marruecos). Esta fue una experiencia de 15 días en la que asistieron 9 voluntarios: 5 de la ONG Vols, 3 de Valencia y 1 de Sevilla.
Nuestra experiencia consistía en dos funciones. En primer lugar, por las mañanas hacíamos un centro abierto en el hogar Lerchundi en el cual asistían niños entre 6 y 16 años. El hogar es un centro que acoge a niños con familias desestructuradas o en riesgo de exclusión social y se encarga de darles un espacio en el cual no se expongan a los riesgos de la calle, además de darles 2 de las comidas del día y también refuerzo escolar. Nuestra labor durante esas dos semanas fue distinta a la que se lleva a cabo a lo largo del año, esta fue organizarles actividades de distintos tipos a los niños donde a través del juego siguieran trabajando valores y actitudes. Por las tardes, el grupo de voluntarios asistimos a distintos proyectos en Tánger en los cuales nos explicaban su función y en algunos de ellos colaboramos. Algunos de estos proyectos fueron: cruz blanca (un centro de muchachos con diversidad funcional), dartika (un centro de chicas huérfanas), la delegación de inmigración, darna (una asociación que daba formación a mujeres ara que estas puedan reinsertarse en la sociedad)…
Los fines de semana la dinámica era un poco distinta. El primer fin de semana fueron dos días en los que nos situamos tanto con la ciudad como con la labor que íbamos a hacer. El segundo fin de semana, fuimos a distintos sitios. El sábado por la mañana estuvimos visitando Tetuán que es otra ciudad de Marruecos y después por la tarde fuimos a la frontera entre Marruecos y Ceuta. El domingo estuvimos todo el día visitando Assilah que es un pueblo de Marruecos, allí conocimos a un grupo de religiosas que viven allí y junto con el obispo de Rabat nos explicaron su función en Marruecos.
Este voluntariado para mí ha marcado un antes y un después en mi vida. Al ser mi primera experiencia internacional ha sido muy impactante. En primer lugar porque he estado en contacto con una cultura y religión muy distinta a la mía. También, he visto de primera mano uno de los problemas de actualidad más grandes que hay hoy en día en nuestra sociedad. Y finalmente, porque pese que he vivido la vulnerabilidad de las personas de Marruecos he visto una nueva manera de ver la vida en la que las cosas tangibles pasan a un segundo plano y donde darse a los demás es el mejor tesoro que alguien puede recibir.
Anna Puigbó (CJSTERRASSA)
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