¿SON LOS JÓVENES COMO LOS DE LAS SERIES?

1 marzo 2011

Jesús J. Llorente del Río

Salesiano, Parroquia San Benito de Madrid (Pan bendito)

 

SÍNTESIS DEL ARTÍCULO

La televisión y las series forman ocupan parte del tiempo libre de adolescentes y jóvenes. El autor se pregunta cómo presentan las historias, o cómo influyen en los adolescentes y jóvenes. El fenómeno de las series de televisión no es novedoso, la novedad está en las características peculiares con que hoy se presentan. El autor se centra en algunos puntos de interés en estas reflexiones: la familia, el escurridizo anhelo de estar en relación, el complejo mundo de la afectividad, el mundo de los adultos…

 

Todos sabemos el tiempo que pasan adolescentes y jóvenes delante del televisor. Es un hecho, e inherente a él está el fenómeno series. No quiero venir aquí a descubrir la rueda. Este fenómeno está ligado a la televisión desde hace más de medio siglo. La cuestión hoy es: ¿cómo se presentan estas historias que se siguen en el tiempo y conforman modos de pensar, actuar y transformar la realidad de aquellos que las siguen?

 

Algunos recuerdos…

Sería difícil calcular para una persona de mi generación, nací en la década de los setenta, cuántas horas de televisión he visto a lo largo de mi vida. Ya en mi infancia seguía series como Los hombres de Harrelson, Los Ángeles de Charlie, El equipo A, El coche fantástico, Canción triste de Hill Street, La ley de los Ángeles… y me dejo muchas en el tintero, para no aburrir.

Cuando en España comenzaron las emisiones matutinas recuerdo volver a casa corriendo para ver a un joven Will Smith interpretando al Príncipe de Bell Air. Había una especie de ritualización a la hora de verlas, toda la familia se juntaba en torno al único aparto de televisión que había en casa. Después, eran comentadas en el patio del colegio y se creaban juegos a partir de ellas. Eran historias extraídas de otros lugares muy diferentes a nuestra realidad concreta, historias que enganchaban por su componente emocional, pero que no dejaban de ser eso, historias.

Incluso las producciones de aquí, como el mítico Verano azul, tenían la mezcla perfecta de humor, ternura, aventura y amor para ser seguidas por toda la familia y enganchar a miles de espectadores. No hay datos de audiencia de aquella época, pero las veces que ha sido repuesta corroboran el seguimiento que tuvo en sus días.

 

Cambios en un mundo globalizado

Hoy, sin embargo, sumergidos en el mundo globalizado, tanto la temática de las series, como la forma de programarlas y verlas ha cambiado enormemente. No hay tanta diferencia entre la trama de una serie adolescente rodada en España a una de origen USA, ni en la historia, ni en los tópicos, ni por supuesto en la forma de vestir, comportarse de los personajes, sus gustos,… A esto hay que añadirle que la calidad y la producción de las series han mejorado en los últimos años, debido a su difusión por internet y al factor de riesgo del cine actual. Pero sobre todo por la calidad de sus guiones, hay quien llega a afirmar que la mejor narración contemporánea se encuentra en las series de televisión. Se ha pasado de ser un mero entretenimiento a convertirse en un fenómeno de masas, con millones de seguidores en todo el mundo.

Muchas cosas han cambiando, de la familia en bloque delante del televisor esperando a ver su serie favorita de los años ochenta, nos hemos ido al hogar en el que la madre está viendo Cuéntame cómo pasó, mientras en su cuarto su hija ve Física o Química y el hijo mayor se acaba de descargar de internet el último capítulo en inglés de True blood.

Hay una serie para grupo de edad, para cada estrato social e incluso para cada situación vital, la oferta es amplia y variada. Esto dificulta el sacar conclusiones generales, aún así podemos abordar algunos puntos según la temática.

 

  1. ¿La familia?, bien gracias, o tal vez no

El primer punto que quiero analizar es la visión que de la familia se da en las series. Para este apartado me referiré sólo a series de corte nacional analizando la evolución que se ha ido dando.

En España hemos pasado de Farmacia de guardia a El internado pasando por Los Serrano. Al igual que pasa con la publicidad, me queda la duda de si la presentación que se hace en la tele de la familia es reflejo de lo que se vive en la sociedad, o bien es la tele la que da forma y “normaliza” la imagen que de familia se tiene.

 

Farmacia de Guardia (1991-1995)[1]

Estrenada es España a principios de los noventa, fue la primera serie de éxito de Antena 3, en algunos momentos llegó a alcanzar el 62% del share[2] y una media de 11 millones de espectadores.

La trama gira en torno a la familia de la farmacéutica Lourdes Cano. Tiene tres hijos, Isabel, Guille y Quique; y un ex marido hecho todo un Don Juan, Adolfo Segura. Todos estos personajes prácticamente hacen su vida en la «rebotica». A estos protagonistas hay que añadirles los clientes habituales, una pareja de la policía y los amigos de Guille y Quique. A todos los une una estrecha relación de casi familia.

A pesar de que Adolfo Segura y Lourdes Cano están separados hay algo entre ellos que hace que la situación no sea relajada cada vez que están al lado. A lo largo de las cuatro temporadas una y otro aparecen con varias parejas, pero desde el principio se nota que no es eso lo que buscan, lo que realmente quieren es compartir la familia que hasta entonces habían tenido.

 

Médico de familia (1995-1999)

Fue la apuesta por la ficción de Telecinco y el estreno de Emilio Aragón como actor. Cuenta las adversidades de un joven médico, el doctor Nacho Martín, viudo con tres hijos y un sobrino adolescente a su cargo, que debe rehacer su vida familiar. La serie cuenta los problemas familiares, personales y profesionales que le suceden. Con él vive su padre y la asistenta de la casa, Juani, que marcan el ritmo diario de la vida familiar. A su vez Nacho está enamorado de su cuñada, Alicia, con la que acabará rehaciendo su vida y teniendo mellizos

El secreto de la serie estuvo no en gustar a todos, sino en no desagradar a nadie[3]. La serie representaba estratégicamente a la clase media acomodada (Nacho, Alicia), a la clase trabajadora (Poli, Juani, Marcial), adolescentes, niños y la tercera edad. Los adolescentes (de 13 a 18 años), que veían la serie eran 562.000, un 67 % del total de la población de esa edad.

 

Los Serrano (2003-2008)

Un barrio de Madrid y un reparto coral de personas corrientes fueron el reclamo de esta serie. El capítulo más visto fue el quinto de la segunda temporada, emitido el 9 de diciembre de 2003 con 6.809.000 de espectadores y un 39,5 del share[4].

Diego Serrano es viudo, con mal carácter y padre de Marcos, Guille y Curro. Tras reencontrase con su primer amor, Lucía, mujer separada y madre de dos hijas, Eva Capdevila y María Teresa, Teté, decide casarse con ella. Dos familias completamente distintas que deberán convivir juntas. Santiago Serrano es el hermano mayor y copropietario junto a él de la Taberna Hermanos Serrano. Allí suele acudir Fructuoso Martínez, el Fiti, que cierra el trío masculino sobre el que gira, normalmente, la trama principal. Fiti está casado con Candela, la mejor amiga de Lucía, y son padres de Raúl, el mejor amigo de Marcos.

Los Serrano fue la primera serie en introducir un nuevo modelo familiar, formado por hijos adolescentes de ambos cónyuges. Presentaba a su vez los problemas de una familia tradicional formada por Fiti, Candela y Raúl, y los problemas sentimentales y afectivos de jóvenes y adolescentes en sus primeras relaciones.

 

El internado (2007-2010)

El internado fue un intento de adaptar en la ficción española las nuevas tendencias venidas de Estados Unidos, las cuales consisten en mezclar diferentes géneros y crear un tono de suspense, consiguiendo un éxito notable.

La empresa farmacéutica Ottox, dirigida por un grupo de Nazis, experimentó con niños del orfanato Laguna Negra. Años más tarde, uno de los niños de ese orfanato, Héctor de la Vega reabre el Laguna Negra, pero ahora como un Internado de élite donde las familias más ricas de España envían a sus hijos. En el internado conviven un alumno obligado a madurar para proteger a su hermana pequeña, una joven madre en busca de su hijo y atrapada en un triángulo amoroso, un grupo de adolescentes empeñado en descubrir los secretos que esconde el colegio, primeros amores, un carismático profesor decidido a convertir el mundo en un lugar mejor, una gobernanta que esconde un gran corazón tras su aparente dureza y una estricta jefa de estudios.

En El internado se mezclan grandes pasiones, las relaciones humanas, ambiciones, luchas de poder y amores difíciles entre seres contradictorios, unos perseguidos por su pasado, otros a las puertas de la madurez. Adolescentes obligados a madurar y ejercer de padres, hijos con padres que no sienten ningún afecto por ellos, madres en busca del hijo perdido. En definitiva habla de la convivencia de un grupo de personajes que comparten una gran carencia afectiva y que buscan ser amados a pesar de sus contradicciones.

 

Entonces, ¿dónde queda la familia?

Como hemos visto a lo largo de estos años se ha pasado de la familia como tema principal a la ausencia del papel de la familia en la vida de los protagonistas, y cuando lo hace es para hablarnos del fracaso o del miedo al compromiso.

En veinte años ha habido una notable evolución en la manera de presentar el modelo familiar. Durante un tiempo la familia vendía, y vendía mucho, hoy no es más que una excusa para expresar la complejidad del mundo relacional, poco maduro y con grandes dosis de miedo al compromiso. Así lo reciben y viven nuestros pequeños que ya no ven diferencia entre la vida de los personajes de la tele y la de sus compañeros del cole.

En Los Serrano “la serie desvirtúa las relaciones de familia haciendo que la familia como núcleo distinguible, más o menos sólido fuerte, se convierta en una red o tejido deshilachado de relaciones sentimentales poco justificadas y vividas como los jóvenes viven sus problemas”[5]. Médico de familia, por el contrario, “se mantiene fiel e intacta como serie basada en una premisa familiar. Los personajes conservan su identidad desde el comienzo. Se ofrece una imagen positiva de la familia, arraigada en la unión, la confianza y el respeto de sus miembros, imagen que se contagia y extiende a las relaciones con los amigos y familiares cercanos”[6].

Como en otros ámbitos de la sociedad el concepto familia está desapareciendo. Si miramos la mayoría de las series de éxito la familia está completamente anulada, se le está restando importancia. Gran parte de los personajes principales en CSI, House, El mentalista, Bones, y un largo etcétera, son los que son gracias a sus méritos y a una huída de su familia, de la que no guardan un buen recuerdo, además manifiestan claramente la negación y el miedo al compromiso y a formar su propia familia. De Bill Cosby y el Príncipe de Bell Air se ha pasado a Sexo en New York. En España de Médico de familia hemos pasado a El Barco.

 

  1. La estela de Friends es alargada

Todo aquello que un adolescente puede desear está contenido en las series a ellos destinadas. Institutos en los que son más importantes las actividades extraescolares que las propias clases, todos los personajes son autónomos, con un cuerpo perfecto y de gran belleza, un mundo lleno de posibilidades, soleado, lleno de color, y una sexualidad vivida de la forma más abierta posible. Lo mismo pasa con los jóvenes, la mayoría de las series a ellos dirigidas muestran un grupo de amigos unido sin condiciones, que se ven todos los días de la semana en un bar, con un consumo abierto de alcohol, tarjetas de crédito sin límites y una promiscuidad que roza la adicción. Los productores lo saben bien y si quieren que una serie tenga éxito tienen que mostrar aquello que los adolescentes y jóvenes sueñan. Estos a su vez normalizan su comportamiento con lo que ven en la serie, al sentirse identificados con sus personajes, subiendo así el nivel de exigencia de su imagen ideal de vivir la vida, obligando a los productores a mostrar comportamientos más abiertos en sus nuevas producciones. Una espiral que es difícil que se cierre.

 

Las series para jóvenes

Comencemos con Friends, se estrenó en septiembre de 1994 en Estados Unidos. Narra la vida de un grupo de amigos que residen en Manhattan, Nueva York. La historia comienza con cuatro amigos, Chandler, Monica, Phoebe y Joey conversando en una cafetería, según transcurre el capítulo aparecen Ross y Rache. Este encuentro dentro de la cafetería marca el comienzo de una comedia basada en la amistad, los triunfos y caídas, el amor, el pasado y el futuro de un grupo de amigos.

Rachel acaba de abandonar en el altar al que iba a ser su esposo y ha escapado de su vida de niña bien para entrar en un mundo el que debe hacerse cargo de sus propias necesidades, para ello busca el apoyo de su única amiga en la ciudad, Monica. Ross, que siempre había estado enamorado de ella, encuentra una nueva oportunidad de conquistarla después de su matrimonio fallido con Carol. Al final, el esfuerzo tendrá sus frutos, estarán juntos definitivamente después de diez años, pasando por sus vidas dos rupturas, una reconciliación, una boda, un divorcio y una hija llamada Emma. A pesar de estar latente durante toda la serie el amor entre Ross y Rachel, este no roba protagonismo al verdadero sentido desenfrenado de la serie donde cada uno puede presentar un matiz completo de citas, noviazgos y matrimonios.

Sexo en Nueva York (1998-2004) sigue la misma línea. Esta vez entre un grupo de mujeres Carrie, Samantha, Miranda y Charlotte en su búsqueda permanente de la relación de pareja perfecta o, según se mire, del orgasmo perfecto. Al igual que Friends la acción se desarrolla en Manhattan. Las cuatro amigas, ninguna de ellas con pareja estable, se cuentan abiertamente sus experiencias sentimentales. Aunque la serie no muestra nada que no sean piernas o ropa interior, esta producción habla sin rodeos ni tapujos de sexo y su práctica en cualquiera de sus modalidades, así como de traiciones y desahogos. Prueba de su enorme éxito en todo el mundo son las dos películas estrenadas con las mismas actrices, nombre y trama de la serie.

En Californication (2007-aún en emisión) se nos presenta a Hank, un golfo, coleccionista de resacas y mujeres con las que acostarse. Sin embargo busca ser redimido por el amor puro y verdadero, representado por su ex, Natasha. Ya el nombre de la serie nos muestra directamente su temática, junto con el sexo el alcohol es omnipresente.

En la actualidad, y de momento en emisión, las dos series con más tirón dentro de esta temática son The big bang theory y Cómo conocí a vuestra madre[7], ambas actualizan las relaciones de un grupo de amigos y sexuales, entre ellos y con otros, a los parámetros actuales en clave cómica.

En España el éxito de 7 vidas (1999-2006) en Telecinco seguía este mismo concepto. David despierta tras dieciocho años en estado de coma producido por una caída el 23 de febrero de 1981, día en el que tenía planeado mantener su primer encuentro sexual. Al oír por la radio los disparos del congreso de los diputados, se cae en la ducha golpeándose en la cabeza. Al despertar años más tarde, su hermana Carlota, y sus vecinos Paco y la madre de éste, Sole intentan que se adapte a la nueva realidad. La serie, primer sitcom[8] grabado en España con público, tuvo un notable éxito y repercusión que llega hasta nuestros días con el spin-off[9], también el primero en España, de unos de sus personajes, Aída, del que hablaremos más adelante.

Muy lejos queda aquel “buscáis la fama, pero la fama cuesta y aquí es donde vais a empezar a pagar, con sudor” que decía la señorita Grant, bastón en mano, al comienzo de cada capítulo de Fama (1982-1987). Lejos quedan el esfuerzo, la disciplina, las ganas de trabajar, de forjarse un futuro. En la mayoría de las series descritas en este apartado el trabajo es meramente circunstancial y uno se puede escaquear con facilidad. Muchas veces se llega a él sin demasiado esfuerzo y si se pierde no supone un verdadero drama. Lo importante es el ocio, la relación de amigos, la fiesta y el pasarlo bien. La vida se presenta como un momento de ocio continuo, da igual que sea mañana, tarde o noche, todos los personajes se muestran dispuestos a pasarlo bien, sin importar el coste personal, el alcohol, las drogas y el sexo no afecta a las relaciones, ni mucho menos económicos, las tarjetas de crédito parecen no tener nunca límites y se gasta y se consume sin parar.

Las series para adolescentes

Las series para adolescentes, la mayoría emitidas por canales temáticos para niños o canales de pago pero con un gran seguimiento, explotan las hormonas de sus protagonistas hasta el punto de ofrecernos escenas como una subasta en One Tree Hill (2006-aún en emisión)[10].

Los chicos del equipo de baloncesto son sorteados entre todas las chicas monas de la ciudad, que apuestan por pasar una noche con ellos. La que ofrezca más dinero se lleva el premio. Además, las reglas dicen que la noche debe acabar con beso, lo que queda claro es que habrá mucho más.

Los enredos y las desdichas forman parte de lo cotidiano. Las relaciones amorosas son realmente rápidas, en media hora que dura un capítulo no hay mucho tiempo para el mutuo conocimiento, se puede decir que de las presentaciones se pasa a la cama. Si lo analizamos detenidamente, la fórmula es ganadora por definición: sexo, humor (a veces muy bueno), cero mensaje y media hora escasa de duración.

Lo vemos en Gossip Girl [11](2007-aún en emisión), la historia gira en torno a unos jóvenes privilegiados de la alta sociedad del barrio Upper East Side de Manhattan, donde el entramado del barrio y los acomodados estudiantes se mezclan con el dinero y el apetito por explorar todas las tentaciones que la ciudad de Nueva York les ofrece. Además se cumple una de la reglas fundamentales para una serie de este estilo: todos se deben acabar liando con todos, por muy amigos que chico y chica sean; el sexo acabará irrumpiendo en su amistad, no importa lo enamorados estén de sus respectivas parejas; en pocos capítulos alguien les hará cambiar de opinión, no importa la infidelidad mientras sea con una antigua pareja.

Otro punto clave es la vida del instituto. Siempre presente, pero apenas se muestran las clases, la trama suele pasar en la puerta, en el patio, en la cafetería, junto a las taquillas o en una de las miles de actividades extraescolares que se ofrece. Son cientos las series que utilizan esta excusa. Me gustaría destacar Smallville(2001-aún en emisión) o la reciénteme estrenada en España Glee (2009), triunfadora en los últimos Globos de Oro.

En España, hay también ejemplos claros de esta situación, en Los Serrano además de las relaciones familiares el otro plato fuerte era la vida del instituto en el que compartían vida madres e hijos. Pero fue Al salir de clase (1997-2002) quien puso la guinda a este pastel y juntaba frente a la pantalla a unos 2.500.000 de espectadores por capítulo, de los cuales se rodaron 1200, ya que su emisión era diaria. Telecinco buscaban una serie parecida a las exitosas 90210, Sensación de Vivir, Salvados por la campana, verdaderos iconos de la generación de los 90. La trama sencilla, unos adolescentes que asistían al instituto 7 Robles, en algún lugar de Madrid, donde se relacionan, salen de juerga, se enamoran, etc.

En este momento, dentro del producto nacional, la verdadera triunfadora entre el mundo adolescente esFísica o Química (2008-aún en emisión). “Las aventuras de un grupo de profesores novatos que imparten clase en un instituto, el Zurbarán. Los alumnos buscan su lugar en el mundo. ¿Quién dijo que enseñar era fácil?”, así es como se presenta esta serie en su web.

FoQ ha conseguido en cinco de sus seis temporadas una media de share superior al 15%. Es la única serie que ha conseguido desbancar a CSI de su supremacía los lunes durante años. El ambiente del Zurbarán es un mundo ficticio muy alejado de la realidad de nuestros institutos pero con el que los jóvenes se sienten identificados. El Zurbarán es un mundo el que todo vale, en el que las relaciones se entremezclan de tal manera que profesores, padres y alumnos están a un mismo nivel y es fácil sentirse identificado unos con otros.

En las series adolescentes la vida del instituto es el centro pero el mundo relacional con los adultos es inexistente, ya que el adulto se presenta “adolescentizado”, aunque el adulto sea su profesor o su padre. Se ve enFoQ, pero The O.C. (2003-2007) se lleva la palma en este aspecto.

O.C. es una sigla que significa Orange County, en referencia al condado de Orange, California, donde ocurre la serie. Cuenta la vida de Ryan Atwood, un adolescente de 16 años, de clase baja que se va a vivir a una de las zonas más lujosas de Newport Beach, en el Condado de Orange.

El joven descubre que las familias que residen allí marcan el territorio como cualquier banda de barrio. Por fuera todo parece perfecto, pero por debajo se esconden secretos inconfesables de padre a hijos, y de padres que ocultan sus vidas secretas a sus hijos. Ryan entra en esa sociedad de manos de Sandy Cohen, un prestigioso abogado, que le lleva a vivir junto a su mujer, Kirsten, y su hijo Seth. Kirsten es una rica y atractiva mujer que intenta, por todos los medios, ser esposa, madre, hija y empresaria perfecta. Y Seth, que ve en Ryan como a un hermano, es un joven soñador rechazado por los chicos del instituto y que está enamorado de Summer. Nada más llegar a Orange, Ryan se enamora de Marissa Cooper.

¿Qué es lo que queda?

Intentando cerrar este punto creo que hay grandes coincidencias entre las series para adolescentes y para jóvenes, diferenciándose solamente en el aspecto edad, los lugares (instituto-trabajo), la presencia adulta (padres ó profes- jefes), por lo demás siguen los mismos patrones. De todas estas relaciones dejo como puntos preocupantes los siguientes:

– En las series para adolescentes, se destaca una visión excesivamente autónoma. Los niños se relacionan básicamente entre sí y el adulto aparece como secundario y amenazante de ese mundo idílico[12]. La relación adolescente-adulto solo tiene sentido cuando el adulto se presenta como un igual dejando a un lado toda autoridad y valores morales.

Banalización total y completa del sexo. Lo que supone una relación sentimental, amor, conocimiento, compartir, ya no pertenece a uno, si no al colectivo, se ofrece el sexo como espectáculo y mero entretenimiento. Lo mismo pasa con el consumo de drogas, en especial las bebidas alcohólicas. Ambos se convierten en un punto imprescindible en la relación entre iguales, siendo rechazado sino participas de ellos. Aquellos jóvenes que no participan de este mundo son rechazados y se presentan fuera de los cánones de belleza establecidos, son gordos, con gafas, con granos, poco atléticos,…

– Se da una deslegitimación de toda autoridad, de la paterna con padres inmaduros, egoístas e ignorantes y con jefes déspotas, arrogantes y despiadados. Los límites impuestos no se presentan como normas fundamentadas, sino reglas arbitrarias que pueden saltarse. La ley o la norma no está para cumplirse ni para el bien de la sociedad, sino para saltársela. En el siguiente punto profundizaremos más sobre este punto.

  1. El antihéroe

No quiero terminar esta reflexión sin traer a dos de los personajes más controvertidos que ha dado la televisión actual y ya objeto de culto. Me refiero a Tony Soprano y Dexter Morgan.

Tony Soprano es un gánster de clase media que exhibe los problemas de un ejecutivo de clase media: las depresiones crónicas, los hijos díscolos, la mujer aburrida, los ambiciosos, las luchas familiares y, en su caso, la sombra de la justicia pendiendo del hilo invisible del azar[13]. Tony es el protagonista de Los Soprano (1999-2007) y la trama de la serie gira en torno a él y las dificultades que encuentra tanto en su hogar como en la mafia. Tony es temperamental y violento, trata de conjugar vida familiar y profesional. Por ello, Tony comienza a sufrir depresión y ataques de pánico debido a años de estrés en su «negocio», emociones reprimidas y una infancia difícil, por lo que acude en el primer capítulo a la psicóloga Dra. Jennifer Melfi. La vida de un estadounidense medio que visita al psicólogo, porque no puede con la vida que lleva, se ve reflejada en el mafioso jefe. Un mafioso que roba, mata, pega, pero que cuando llega a casa tiene que llevar una relación familiar nada fácil. Con Los Soprano la bipolarización bueno-malo de las películas Disney ha quedado completamente rota.

Dexter (2006-aún en emisión), basada en la novela de Jeff Lindsay «Darkly Dreaming Dexter» (Querido Dexter), es una serie que trata sobre un tipo algo peculiar, Dexter Morgan, un miembro de la policía forense que de día es un ciudadano modelo, inteligente, simpático y entrañable querido por quienes le rodean y por la noche se transforma en un asesino psicópata que colma sus deseos de sangre torturando y matando a otros asesinos que han logrado escapar de la justicia. Este deseo inconfesable de sangre le viene desde muy pequeño, cuando quedó huérfano a los cuatro años. Su padre adoptivo siente preocupación por las aficiones de su hijo a matar animales y enterrarlos por lo que decide tomar cartas en el asunto e intentar guiarle por el buen camino metiéndolo en la policía e inculcándole el código Harry, que consiste en matar siempre a los malos y no dejar huellas[14]. El protagonista, experto en técnicas forenses, se salta toda justicia convirtiéndose él en juez y verdugo. La serie no deja de ser una legitimación de la violencia y de la pena de muerte, responde al ojo por ojo, desde criterios puramente subjetivos, obviando y saltándose toda norma o ley. La justicia queda en manos de uno mismo.

Dentro de este apartado, me parece interesante también destacar a The Wire, en España se ha traducidoBajo escucha, (2002-2008). Uno de los temas de la serie es el uso de las nuevas tecnologías de vigilancia usadas por la policía, de ahí el título. La serie presenta las inevitables conexiones entre dos mundos aparentemente opuestos y también aparentemente bien definidos, y desarrolla a medida que las temporadas avanzan las facetas contrarias de la sociedad para ofrecer como conclusión una visión muy sombría, pero realista, del mundo, lo malo y lo bueno de las cosas forman un todo, pues ambos se necesitan para existir. The Wire trata de ser una visión lo más realista posible de la vida de Baltimore, especialmente centrada en el tráfico de drogas. Por eso muchos de sus personajes, políticos, traficantes, etc…, se basan en personajes reales de Baltimore y varios actores secundarios son amateurs que interpretan sus propios personajes, con lo que realidad y ficción se entremezclan, al igual que se entremezclan el bien y el mal.

En España de momento no hemos llegado a este punto, pero si podemos destacar, salvando las distancias narrativas, la figura de Aída (2005-aún en emisión) y el mundo que le rodea.

La serie comienza cuando el padre de Aída muere dejándole la casa familiar, a la que Aída decide regresar con sus dos hijos menores a cuestas; desatando así un sinfín de enredos cómicos que se desarrollan entre reencuentros casuales con antiguos vecinos y amigos y bromas sin sentido. Desde su estreno, Aída se ha situado entre los espacios con mayor audiencia de Telecinco, siendo la serie televisiva más vista en España desde el año 2007. Todo lo que rodea a Aída es un mundo de fracaso sumergido en lo profundo de un barrio obrero, una madre arrogante y sin futuro, una hija sin intereses, un hijo delincuente, una prostituta, un hermano sin estudios… todo enAída se mueve dentro del límite de la norma y la manera de saltársela, el único interés es el personal de cada uno de sus personajes, hilado, eso sí de los tópicos y la picaresca española.

El fin del bueno y el malo

Ya no existe el bien y el mal, se da la coincidencia de los opuestos. Con Los Soprano todo se vuelve cotidiano, incluso hasta vulgar, ordinario. Resume y presenta la vida en estado puro. “ya no hay héroes en negro, ni policías salvadores, todo es una madeja enredada donde a ratos unos son buenos, pocos ratos, a ratos otros son malos, y en todo momento trasluce la podredumbre de una sociedad que ha hecho del cinismo su principal bandera”[15].

En la vida real estos personajes serían rechazados, pero son aceptados e incluso idolatrados en la ficción. ¿Podemos decir que existe una amenaza moral? Si nos encontrásemos por la calle a Tony, Dexter o incluso al hijo de Aída merecerían nuestra reprobación, los medios los apedrearían en sus portadas, sin embargo se cuentan por millares los miembros de sus club de fans en internet y las redes sociales.

En Dexter por primera vez en las pantallas el personaje central de un argumento seriado es un psicópata. A partir de una combinación que va más allá del retrato de la cara oculta de un asesino en serie, Dexter es en un texto complejo con referencias a una sociedad violenta, postmoderna y globalizada. Al igual que para un adolescente es un sueño la vida de los institutos de la tele, ¿no podría ser para sus fans un sueño Dexter?, ¿el poder tomar la justicia por la mano, que la única valoración moral para cada uno sea la propia? En Dexter se juega con la oposición entre el Yo (Dexter) y el prójimo; el nosotros y el otro desconocido y, por tanto, temido; la justicia y la injusticia o, lo que viene a ser lo mismo, el bien y el mal; la estabilidad mental y la locura o, en otras palabras, lo normal y lo anormal. Se nos presenta un peligroso concepto abstracto de moralidad[16].

  1. A modo de conclusión

Si querer ser un estudio exhaustivo de toda la programación de televisión ni analizar todos los contenidos al alcance del adolescente y el joven actual, he querido repasar de modo somero qué series han dejado huella en los últimos años. Con ello quiero dejar claro que las series evolucionan en el tiempo, creciendo en medios técnicos y argumentales, pero vaciándose de contenido y valores. A su vez el espectador no tiene un papel pasivo, y partir de su propia vivencia reelabora la propuesta estereotipada que le es ofrecida a través de la pantalla. Quiero dejar claro también que esta situación no se da solo con las series, sino que viene a multiplicarse por el efecto de programas reality, del corazón y contenidos en directo, que hacen que cualquiera pueda ser protagonista de una realidad mezclada con la ficción y una ficción que cada vez es más real.

jotallorente

[1] Para la trama de las series he tomado como referencia la información al respecto contenida en las siguientes webs: http://es.wikipedia.org, http://www.seriesadictos.com/series/,http://www.pizquita.com/Series.html

[2] La cuota de pantalla o share es una cifra que indica el porcentaje de hogares o espectadores que están viendo un programa de televisión sobre el total que durante la emisión tiene encendido su televisor.

[3] Reportaje las series que marcaron una época 9 de noviembre de 1997 para El Mundo; http://www.elmundo.es/magazine/num108/textos/medi2.html

[4] La mayoría de los datos sobre audiencias de este estudio están sacados de la web http://www.formulatv.com. Esta web ofrece información diaria y detallada de las audiencias de televisión en España.

[5] Mercedes MEDINA Series de televisión. El caso de Médico de familia, Cuéntame cómo pasó y Los Serrano, Yumelia, Madrid, 2008, 193 pp

[6] Mercedes MEDINA Series de televisión. El caso de Médico de familia, Cuéntame cómo pasó y Los Serrano, Yumelia, Madrid, 2008, 193 pp

[7] De ambas series se puede encontrar su ficha y material para trabajar en la sección “materiales” de este número de Misión Joven.

[8] Sitcom es una contracción en inglés de Situation Comedy. Una comedia de situación es un tipo de serie de comedia televisiva nacida en Estados Unidos en 1960, que suele incluir risas grabadas o en vivo.

[9] Spin-off o derivación es un término anglosajón que se refiere a un proyecto nacido como extensión de otro anterior. es una serie de televisión creada a partir de otra existente tomando de esta algún elemento principal, normalmente el personaje protagonista o uno de ellos.

[10] En España emitida por la 2, Clan TV y Cosmopolitan TV

[11] Emitida por Cosmopolitan TV, a pesar de no ser emitida por una cadena generalista tiene un gran número de seguidores por Internet.

[12] PERALES ALBERT, Alejandro. ¿Qué menores ven los menores en televisión? La construcción de la identidad infantil y adolescente en entorno audiovisual. Estudio elaborado por la Asociación de Usuarios de la Comunicación para el Defensor del Menor. Se puede descargar en http://www.defensordelmenor.org/upload/documentacion/interes/DEFENSOR_MENOR_-_Que_menores_ven_los_menores_en_Television__2_.pdf

[13] Fernando R. Lafuente, los Soprano. La serie total, en Los Soprano Forever. Antimanual de una serie de culto, errata naturae, 2009. P. 35

[14] TRAPERO LLOBERA, Patricia (Ed.) Dexter. Ética y estética de un asesino en serie, Laertes, 2010.

[15] Fernando R. Lafuente, los Soprano. La serie total, en Los Soprano Forever. Antimanual de una serie de culto, errata naturae, 2009. P. 36

[16] TRAPERO LLOBERA, Patricia (Ed.) Dexter. Ética y estética de un asesino en serie, Laertes, 2010.P.18

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