[vc_row][vc_column][vc_column_text]Los pasados días 26, 27 y 28 de diciembre, en la casa de Mohernando (Guadalajara), se ha llevado a cabo una experiencia de comunidad y oración dirigida a jóvenes mayores de 21 años, en la que 10 personas de Soto del Real, Alcalá de Henares, Parla, Guadalajara y Estrecho se han unido en estos días de vacaciones escolares para vivir con más intensidad la Navidad.
Con el hilo conductor de la carta que el Hermano Alois de Taizé envió a los jóvenes de cara al Encuentro Europeo de Jóvenes Taizé 2018, que se está llevando a cabo estos días en Madrid, se ha desarrollado una propuesta de iniciación a la oración, en la que la convivencia en una comunidad temporal ha ayudado a que todos se sintieran familia.
Una alegría que nunca se acaba fue el leitmotiv que mantuvo la propuesta a lo largo de las jornadas. Primero se intentó ahondar en las fuentes de nuestra verdadera alegría, para a continuación ser más sensibles en la escucha de los gritos de los más vulnerables, lo que permitió compartir penas y alegrías en el tercer momento del encuentro y terminar alegrándonos de los dones de los demás.
El encuentro que se ha realizado por primera vez con una invitación abierta, ha sido organizado por la Comunidad Juvenil Genesaret de la Parroquia San Francisco de Sales en la obra de Estrecho, bajo la propuesta de la inspectoría salesiana. Para Elena Martínez, una de las participantes, “ha sido una auténtica alegría haber vivido estos días de oración, nos hemos sentido como verdaderos hermanos compartiendo momentos de oración y alimentando nuestra fe”.
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